Las Damas del fútbol de primera
Dos mujeres, Victoria Pavón y Amaia Gorostiza presiden con mano de hierro clubes de fútbol en primera división, frente al poder hegemónico de los hombres.
Según un informe de ‘Women Business 2017’, en España una de cada cuatro mujeres ocupan cargos de dirección en las grandes y medianas empresas, lo que supone un 25% del total. En el mundo del fútbol este porcentaje cae al 9%, ya que de los 192 directivos que conforman la nómina de los clubes de primera división, tan solo 19 son mujeres.
En esta pronunciada desigualdad, producto de estereotipos del pasado que el fútbol se ve incapaz de superar, dos mujeres, Victoria Pavón (Leganés ) y Amaia Gorostiza (Eibar), ocupan en este instante la presidencia de sus respectivos clubes en la máxima categoría en un intento por romper, en evolución lenta y desigual, la imagen machista y repleta de prejuicios de género que acompaña al más universal de los deportes.
Teresa Rivero fue la primera mujer que llegó a la presidencia de un club de primera división y que rompió lo que históricamente había sido un campo abonado para los hombres. La presidencia del Rayo Vallecano entre 1994 y 2011 fue entendida entonces como una excentricidad más de Ruiz Mateos, máximo accionista del club, situando a su esposa al frente del equipo, pese a que ella siempre reconoció que el fútbol le parecía “un coñaso”.
Ana Urquijo en el Athletic de Bilbao entre 2006 y 2007; y más recientemente Layhoon Chan en el Valencia, la primera mujer extranjera que llegó a formar parte de los órganos directivos de la liga profesional y Federación Española de Fútbol, ocuparon las respectivas presidencias de sus clubes, reivindicando el papel protagonista de la mujer en un fútbol prisionero de los sistemas patriarcales del pasado.
Lejos de aquella figura decorativa que supuso Teresa Rivero, sin conocimiento alguno de fútbol ni de economía -más allá de la administración de una familia con 13 hijos-, el nuevo orden establecido en cuanto a la presencia de la mujer al frente de equipos de fútbol, nos ofrece a dos personas sobradamente preparadas y bajo cuyo impulso en diferentes situaciones se reivindica el papel de la mujer en el deporte y en la empresa.
Amaia Gorostiza es la presidenta del Eibar desde mayo de 2016, después de que el 80% de la masa accionarial le diera su apoyo en las primeras elecciones del club en 77 años de historia. Eibarresa de nacimiento, empresaria de éxito, compagina el cargo al frente del club con el consejo de administración del grupo Amaya Tellería, consejera de la comisión económica de Elkargi SGR, consejera de la empresa Dominion e interventora de APD Zona Norte.
Gorostiza no solo reivindica el papel de la mujer en los puestos de gestión en el deporte, sino que lucha activamente por ello y así el 40% de los directivos del Eibar son mujeres, frente al 9% de la media. El club armero logró el año pasado situarse entre los diez primeros de la clasificación con el presupuesto más bajo de primera y el mejor ejemplo de esa nueva realidad económica que le ha llevado al éxito fue la primera decisión de Amaia Gorostiza al llegar al cargo, renunciar al sueldo que cobraba su antecesor.
Un caso similar al del Eibar, en cuanto a la utilización de recursos, es el Leganés. En julio de 2009, el Leganés era un club en ruinas y en vías de extinción. Jugando en segunda división B, sus futbolistas amenazaban con iniciar una huelga por impagos, mientras la deuda del club superaba el medio millón de euros.
A punto de la desaparición, Victoria Pavón llegó a la presidencia asesorada por su marido, Felipe Moreno, con el que comparte sociedades inmobiliarias. La nueva presidenta no solo llevó al club en siete años de Segunda B a Primera División, no solo logró, la pasada semana, clasificarse para las semifinales de la Copa del Rey eliminando al poderoso Real Madrid, sino que ha logrado sanear las cuentas con una estructura alejada de grandes estrellas, desahogados sueldos y ruido mediático.
Victoria Pavón, que se ha criado toda su vida en Leganés, viaja siempre con el equipo y se deja ver regularmente en los entrenamientos. Como el Eibar, su junta directiva es la que más mujeres tiene de toda la Primera División, rozando la paridad y con una filosofía clara: «Al final, el fútbol es una empresa”.
Cuesta trabajo asumir cómo un deporte tan universal cierra sus puertas a la mujer en sus puestos preferentes. ¿Veremos alguna vez a una mujer entrenando a un equipo de primera división? ¿Una ex futbolista asumiendo la dirección deportiva? ¿Presidenta de la Federación? ¿De la liga profesional? ¿Lograremos alguna vez no tener que escribir artículos o realizar entrevistas a presidentas, entrenadoras etc que no giren en torno a su condición de mujer?
En 1962 las mujeres en España no podían firmar un contrato, sacarse el carné de conducir o abrir una cuenta en un banco sin autorización de sus maridos. Según un estudio de Grant Thornton, en los últimos diez años, en España, el número de mujeres directivas ha subido un total de diez puntos (del 15% al 25%) situándose por encima de la media europea. A este ritmo, señala el autor, «la paridad efectiva de hombres y mujeres, en puestos de responsabilidad, se conseguiría dentro de 19 años, en 2037».
El fútbol no puede quedarse atrás en ese tren que marcha a toda velocidad en busca de un mayor nivel de diversidad. Una realidad para la que Amaia Gorostiza y Victoria Pavón son un claro ejemplo de trabajo, preparación y resultados. Poner puertas al campo no hace sino retrasar lo que ya resulta imparable.