Las mejores zapatillas para correr

Hace poco leía en un blog la cantidad de dinero que mueve el running. Sólo en textil y zapatillas se calcula que en España este deporte mueve más de 300 millones de euros al año y las zapatillas son las que más animan este mercado. Cuando empiezas a correr, lo primero que haces es pensar en comprar unas zapatillas y normalmente te las prometes felices porque crees que será una decisión fácil. Nada más lejos de la realidad, pues existen muchísimos modelos, marcas, tipos y la decisión se complica.

No voy a pretender describir técnicamente las opciones pues no soy experto, pero sí puedo contar mi experiencia como corredor popular. En primer lugar la tecnología, como en todo en nuestras vidas, ha avanzado mucho y también en este campo, por lo que muchas tiendas de running realizan ya estudios de pisada para ayudar a elegir tu modelo.

Yo soy pronador y cuando empecé a correr usé durante bastante tiempo las Asics Gel Kayano (que también son para los que estamos algo fondones) y me funcionaron bastante bien. Muchos optamos cuando llevamos algo más de tiempo corriendo por hacernos una plantillas. Yo desde que las tengo, elijo zapatillas neutras. He pasado por varias marcas, Nike, Asics, Mizuno, Adidas, Zoot, etc. Algunas me han gustado más que otras y actualmente estoy muy contento con las Adidas Energy Boost que tengo, aunque quizá sea porque con ellas hice mi mejor marca en el pasado maratón de Berlín.

En esto, como en todo, hay bastante de manías personales, superstición, filias y fobias y no solo en cuanto a las marcas y modelos. Yo por ejemplo me ato varias veces los cordones antes de la carrera, odio notar que los llevo demasiado apretados, prefiero que estén muy sueltos y casi poder ponerme las zapatillas sin desatarlas.

Luego hay caso extremos como el de alguno que he visto en algún maratón corriendo descalzo o semi descalzo con las llamativas FiveFingers, esas “zapatillas” que son simplemente una suela con algo de goma que rodea el pie y los dedos. Hace unos años un compañero que vino en el mismo grupo al Maratón de Nueva York decidió probarlas. En la salida lucía orgulloso diciendo que era espectacular las sensaciones de correr con eso en los pies. Le volví a ver en el km 30, no sabía si era él o un nazareno en penitencia… no llegó a la meta. Quizá funcionen, pero desde luego no creo que se pueda cambiar radicalmente de unas zapatillas normales a unas tan extremas.