No te conformes con correr

La mayoría de los runners somos gente de ideas fijas. Lo que queremos es correr, correr y nada más que correr. Aunque los expertos recomiendan el entrenamiento cruzado, pocas veces pensamos en hacer otros deportes, en mi caso en primer lugar porque no tengo demasiado tiempo, pero también porque nos da bastante pereza.

Hace unos años compré una bici de carretera con las intención de variar algo el entrenamiento e incluso ver si me atrevía a participar en un triatlón. Empecé con ganas, como cuando alguien compra algo en la Teletienda, pero igualmente al cabo de media docena de salidas el fuego inicial se fue apagando. Creo que la dificultad comparado con correr (cantidad de equipo, tener que ir normalmente a un sitio específico con la bici en el coche, por ejemplo) y la llegada del mal tiempo hizo que aparcara las dos ruedas hasta hoy. La verdad es que el tiempo que duró me notaba más en forma y ahora me he prometido a mí mismo volver a intentarlo con la llegada del buen tiempo.

Otro deporte bastante complementario es nadar. Los corredores habituales solemos tener buen tren inferior (o sea, las piernas) pero descuidamos bastante nuestra forma física de cintura para arriba. Nadar supone un complemento perfecto y evita sobre todo las lesiones de espalda tan frecuentes en los corredores. ¿Por qué nos cuesta tanto ir a nadar? En primer lugar, porque no puedes ponerte el traje de baño y el gorrito y tirarte de cabeza al salir del portal de tu casa y además, perdemos la parte social, el poder ir hablando de mil y una tonterías con el compañero de asfalto.

En fin… que sí, que sabemos que es bueno hacer otros deportes, perro no es fácil. En otro post cuento mi primera y única experiencia con el triatlón…