Fue un partido particularmente duro, con jugadores de ambos equipos amonestados durante bastantes minutos por acciones violentas. Hasta el punto de que Sam Cane, capitán de Nueva Zelanda, se convirtió en el primer jugador expulsado en una final de un campeonato mundial. El motivo, una entrada alta al sudafricano Jesse Kriel, que dejó a los All Blacks en inferioridad numérica durante 50 de los 80 minutos que duró el partido.
Como sucedió en la semifinal contra Inglaterra, los sudafricanos optaron por un juego mas efectivo que efectista, con un marcador reducido, en el que se incluyó el primer ensayo recibido en contra por Sudáfrica en sus cuatro finales disputadas.
El marcador habla por sí mismo de la emoción del encuentro, algo que se hizo patente en casi todas las eliminatorias de cuartos de final y semifinales, con excepción de la contundente victoria de Nueva Zelanda contra Argentina.
Hubo drama tardío cuando el sudafricano Cheslin Kolbe incurrió en falta y Jordie Barrett falló un penalti que podría haberle dado la victoria a Nueva Zelanda. Por tal motivo, los Springboks pudieron mantener su récord perfecto en finales, sumando coronas en 1995, 2007 y 2019.
“Creo que como equipo nos gusta el drama”, dijo el Jugador del Partido, Pieter-Steph du Toit. “Los últimos tres partidos han sido bastante duros. Jugamos cada uno como una final y cada uno se ganó por un punto. Esto demuestra la resiliencia del equipo”.
Mientras Sudáfrica celebra su triunfo, la nación anfitriona, Francia, tiene su propia victoria. El evento ha supuesto un impulso económico considerable para el país. El Comité Organizador de Francia 2023 espera haber obtenido unos 40 millones de euros de beneficios. Según comunicaron, éstos se destinarán a la proyección y difusión del deporte en el país, invirtiendo en infraestructuras y en desarrollo del rugby.
No es de extrañar que sean optimistas, en total, se vendieron unos 2,5 millones de entradas cuyos precios oscilan entre 10 y 950 euros. La máxima competición del rugby mundial atrajo en esta décima edición a más de 600.000 visitantes extranjeros para una estancia media de dos semanas, y se estima que ello ha aportado cerca 1.000 millones de euros a la economía francesa.
La retransmisión de los partidos también ha dado sus frutos. Según el último informe trimestral de TF1, uno de los principales actores del panorama mediático francés, sus ingresos publicitarios en los medios superaron los 350 millones de euros. Un aumento del 9,7% impulsado principalmente por el rugby.
Aunque el Mundial de Rugby es uno de los eventos deportivos de mayor impacto económico, dicha repercusión está lejos de la del Mundial de fútbol o de la de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, su crecimiento es más que notable. También su duración supera los dos eventos deportivos más populares, pues son cuarenta días de competición.
LMVH, el principal emporio del lujo mundial, ha sido uno de los patrocinadores más destacados. Como ya hiciera en la edición del Mundial de Rugby de 2015, ha vuelto a diseñar el estuche que guardaba el preciado trofeo que se acabó llevando Sudáfrica.
Éste ha sido elaborado a mano por artesanos en los talleres históricos de Vuitton en Asnières, Francia, y construido con el meticuloso savoir-faire de la casa. El exterior, elaborado en azul, blanco y rojo, bandera de Francia, está decorado con lona con el monograma LV. Mientras que los paneles frontales presentan una ‘V’, de victoria y Vuitton, y los números romanos XV están pintados en el costado de la caja, representando el número de jugadores en un equipo de rugby.
“Con este nuevo Trophy Travel Case oficial, Louis Vuitton está feliz y orgulloso de continuar su asociación de larga data con el rugby, destacando su tradición de 160 años de crear baúles extraordinarios”, dice Michael Burke, presidente y director ejecutivo de Louis Vuitton. “Es una gran oportunidad para llevar nuestro savoir-faire a uno de los eventos deportivos más importantes del mundo. Y así demostrar una vez más, demostrar que ‘La victoria viaja en Louis Vuitton”.
“Nos sentimos honrados de esta asociación con Louis Vuitton”, dice Claude Atcher, director ejecutivo de Rugby World Cup France 2023. “Es apropiado que el torneo tenga un símbolo tan hermoso de la habilidad francesa y la herencia con visión de futuro para sostener su trofeo”.
Evidentemente, la ciudad de los rascacielos, Dubái, tiene el derecho y la obligación de generar… Leer más
Para conseguir el efecto de buena cara sin maquillaje la clave está en tener una… Leer más
En esta época del año es habitual obsequiar a los que más queremos con algún… Leer más
Son muchas las bondades que ofrece el nuevo Estadio Santiago Bernabéu. Y no hablamos solo… Leer más
Era la primera vez que Christie's ofrecía tres dinosaurios en subasta. Finalmente sus Iconos del Jurásico… Leer más
El reloj de bolsillo vuelve a casa. Este es el resumen de una historia que… Leer más