Argelia y su gran futuro empresarial

Argelia es uno de los grandes destinos olvidados del Magreb. Probablemente por su movida historia política reciente, la violencia y el islamismo radical, el país no tiene el reconocimiento de algunos de sus vecinos como Túnez o Marruecos. Pero Argelia es un destino por descubrir. Al menos así lo piensa Leila Smaili, directora de la oficina de representación de CaixaBank en el país.

Y quizá el hecho de que una mujer dirija la oficina de representación de la entidad financiera en Argelia es ya un motivo para confiar y descubrir aquellos que tienen espíritu aventurero el país más desconocido. Muchos españoles viven o viajan constantemente a Argelia. Hombres de negocios y empleados de grandes multinacionales españolas del sector de las infraestructuras, la construcción y, por supuesto la energía. Argelia es una potencia en el norte de Africa en materia de gas natural y de petróleo.

De hecho, «la economía de Argelia depende básicamente de la venta de gas y petróleo, que supone el 93,48 % de sus exportaciones y el 31 % del PIB, y contribuye a la recaudación de impuestos en un 40 %, según los datos de 2016. Por su parte, el sector agrícola constituye un 12 % de la actividad y el manufacturero, un 6 %. El resto se reparte entre la construcción y los servicios». Y por lo tanto es un país de oportunidades empresariales.

Las principales ciudades son Argel, Orán, Constantine y Annaba. El país ofrece un gran potencial de futuro para los sectores agrario y agroalimentario, con tierras fértiles, agua suficiente (si se realizan determinadas infraestructuras hidráulicas) y un clima excepcional. Argelia tiene 40 millones de habitantes, de los que el 29 % son niños y jóvenes de menos de 14 años.