Las discretas cifras de los líderes del lujo ante un 2025 desafiante
El año 2024 fue un período complejo para la industria del lujo, marcado por la desaceleración económica global, la debilidad del mercado chino y un consumidor más cauteloso.
A medida que se han ido presentando sus estados financieros, hemos observado cómo gigantes del lujo como LVMH y Kering enfrentaron caídas significativas en sus resultados. Otras firmas, como Hermès y Richemont, demostraron una mayor fortaleza gracias a sus estrategias enfocadas en nichos de mercado exclusivos.
A medida que el sector se adentra en 2025, las expectativas son mixtas, dado que, aunque se vislumbra un posible repunte, este dependerá en gran medida de la recuperación económica global y de la capacidad de las empresas para adaptarse a un entorno más exigente. Analicemos y comparemos las cifras recientemente presentadas por los principales actores del sector.
LVMH: estabilidad relativa en un contexto desafiante
LVMH, el mayor conglomerado de lujo del mundo, cerró 2024 con resultados mixtos. Sus ingresos anuales alcanzaron los 84,68 mil millones de euros, una leve caída frente a los 86,15 mil millones de 2023, lo que supone un crecimiento orgánico de ventas de solo un 1 %, reflejando la desaceleración general del sector. El beneficio operativo disminuyó un 14 %, con un margen operativo del 23,1 %, comparado con el 26,5 % del año anterior. El beneficio por acción (BPA) también cayó, situándose en 25,12 euros frente a los 30,33 euros de 2023.
A pesar de estos desafíos, LVMH logró mejorar su flujo de caja operativo, que aumentó a 18,92 mil millones de euros desde los 18,4 mil millones de 2023, gracias a una gestión más eficiente del capital circulante. La debilidad del mercado chino fue un factor clave en la caída de las ventas, aunque la diversificación geográfica y de marcas de LVMH ayudó a mantener cierta estabilidad.
Para 2025, los analistas del sector sugieren que LVMH está bien posicionada para beneficiarse de un posible repunte, impulsado por medidas de estímulo en China y políticas fiscales favorables en Estados Unidos, como las promesas de reducción de impuestos del expresidente Donald Trump. Sin embargo, su exposición a la clase media aspiracional podría mantener cierta presión en sus márgenes.
Hermès: fortaleza en el lujo y crecimiento constante
En contraste con la mayoría de sus competidores, Hermès cerró 2024 con unas cifras excepcionales. La compañía reportó un crecimiento del 13 % en sus ingresos respecto a 2023, consolidando su posición como una de las firmas más sólidas del sector. Su beneficio operativo (EBIT) aumentó un 9 %, mientras que el beneficio neto creció un 7 %. Hermès registró un crecimiento de doble dígito en todas las regiones geográficas y en la mayoría de sus líneas de negocio, con la excepción de la categoría de relojes, que mostró un desempeño más débil.
El enfoque de Hermès en productos exclusivos y su clientela de alto poder adquisitivo le permitieron resistir la desaceleración general del lujo. Su valor de mercado superó los 300 mil millones de euros tras estos resultados, acercándose a LVMH. Para 2025, se espera que Hermès mantenga su estabilidad y crecimiento constante, consolidándose como un valor defensivo y seguro en el sector del lujo.
Kering: desafíos significativos y señales de esperanza
Kering, por su parte, enfrentó un año particularmente difícil en 2024. Su beneficio neto cayó un 62 % respecto a 2023, y los ingresos del cuarto trimestre descendieron un 12 %. Gucci, la principal fuente de ingresos del grupo, registró una caída del 23 % en sus ventas anuales, con un descenso del 24 % en el último trimestre del año. Yves Saint Laurent (YSL) también experimentó una disminución del 9 % en sus ventas anuales, mientras que Bottega Veneta fue una de las pocas marcas del grupo que mostró un crecimiento, con un aumento del 4 % anual y un notable 15 % en el cuarto trimestre.
La recuperación de Kering en 2025 dependerá en gran medida de la reestructuración de Gucci, que se encuentra en un período de transición. Las previsiones son cautelosas, con estimaciones de beneficio neto para 2025 reducidas en un 40 % desde principios de 2024, situándose en 2,26 mil millones de euros. Aunque Bottega Veneta muestra señales positivas, el grupo necesitará tiempo para recuperar el terreno perdido.
Richemont: fortaleza en joyería de lujo
Este gran grupo suizo propietario de marcas como Cartier y Van Cleef & Arpels, cerró su ejercicio fiscal en septiembre de 2024 con un aumento del 3,3 % en sus ventas respecto al año anterior. Su beneficio se disparó a 2,3 mil millones de euros, casi ocho veces superior al de 2022, gracias al fuerte desempeño de sus marcas de joyería. Sin embargo, su margen EBIT cayó a 21,9 %, reflejando presiones en los costos.
La fortaleza de Richemont en joyería de alta gama le permitió compensar las dificultades en otras categorías, destacándose frente a la crisis general del lujo en 2024. Para 2025, es poco probable que el grupo replique su éxito en todo el sector, pero su enfoque en productos exclusivos y de alto valor le da una ventaja en un entorno económico incierto.
En cuanto a las perspectiva del sector , según informes de Bain, se espera un repunte del sector del lujo en 2025, con un crecimiento del 4,1 % en las ventas minoristas de lujo personal. Este crecimiento estaría impulsado por políticas macroeconómicas favorables y una posible recuperación en China. Sin embargo, otros análisis como el de McKinsey prevén un crecimiento modesto en Europa (entre el 1 % y el 3 %) y un estancamiento o caída en China, con un escenario pesimista que proyecta una disminución del 3 % en las ventas.
En este contexto, las empresas del sector deberán adaptarse a un consumidor más exigente y selectivo, utilizando mayor diversificación geográfica, innovación en productos y la capacidad para conectar con una clientela de alto poder adquisitivo, que proporciona un mayor margen.