¿Es Apple una empresa de lujo?
El banco de inversión HSBC considera que los productos de la tecnológica se asemejan a los creados por Louis Vuitton o comer en un restaurante con estrellas Michelin.
La pregunta ha sido planteada por uno de los analistas especializados en el sector del lujo del banco HSBC. En uno de sus últimos informes,Erwan Rambourg se cuestiona abiertamente si Apple ha dejado de ser una empresa tecnológica para entrar en el sector del lujo. Y lo hace en base al lanzamiento de sus últimos productos, en especial el iPhone X, cuyo precio supera ampliamente los mil euros dependiendo de las características del mismo.
En el informe, Rambourg asegura que «los jóvenes consumidores asiáticos dispuestos a gastar mil dólares en un regalo o en un obsequio podrían mirar el último artilugio de Apple, pero las alternativas podrían ser fácilmente un producto de Louis Vuitton, un viaje, una estancia en un hotel de lujo o un restaurante con una estrella Michelin».
El precio de sus acciones también se encuentra en un segmento premium no apto para todos los bolsillos. Sus títulos se mueven por encima de los 160 dólares en una escalada que ya dura más de diez años. El que comprara en noviembre de 2007 un título de Apple a 23 dólares ha conseguido una revalorización del 600 %. De todos modos, en el propio informe señalan que los productos de Apple cuentan con una «obsolescencia» inexistente en la gran mayoría de los bienes de lujo.
Por regla general, cualquier producto de lujo gana con el tiempo. El paso de los años es un activo para un buen vino, un reloj o un bolso de lujo. Pero con los productos de Apple o de cualquier tecnológica no pasa lo mismo. El paso del tiempo para la tecnología es letal y las propias firmas, incluida Apple, se encargan de «devaluar»los productos que están en el mercado con el lanzamiento de renovaciones que, en algunos casos, no hacen mejores a los equipos que vienen a sustituir.
En el informe se analizan por ejemplo los casos de empresas como Nokia o BlackBerry, que en su día lideraban el sector y que con el paso de los años han dejado paso a otras compañías. La presencia de Apple en el mercado asiático, en especial el chino, es una de las apuestas del gigante estadounidense para evitar que suceda lo mismo. El informe de HSBC estima que el mercado chino supone el 40 % del lujo a nivel mundial y el 22 % de las ventas de Apple.
Junto a ello, la firma estadounidense también juega con otra similitud entre Apple y las compañías de lujo: «los consumidores no solo compran la tecnología y la funcionalidad, sino también el espíritu de la marca, la forma en que les hace sentir sobre ellos mismos».