La moda de lujo se apunta al Metaverso
A finales del 2021 Mark Zuckerberg propietario de Facebook, anunció el cambio de nombre de su compañía, que pasó a llamarse ‘Meta’, que en griego significa “más allá”.
El nombre de la nueva compañía es revelador. El objetivo de Meta es crear un un nuevo universo digital o metaverso al que los usuarios puedan acceder mediante dispositivos de realidad virtual y aumentada, como, por ejemplo, gafas inteligentes. Se trata de crear un espacio virtual y colectivo que sea lo más parecido a la realidad, pero sin sus limitaciones físicas.
Si bien la idea de Zuckerberg puede sorprender, el mercado de prendas digitales ya es un negocio rentable desde hace algún tiempo para videojuegos como Fortnite o Roblox. En este sentido, otras grandes marcas han optado por entrar en uno de los metaversos que llevan años triunfando, sobre todo en dicho sector de los videojuegos. Por ejemplo, Louis Vuitton ha firmado un acuerdo con League of Legends, mientras que Balenciaga lo ha hecho con Fortnite, para incluir algunas de sus prendas en los terrenos de juego virtual.
La demanda de moda en el metaverso influirá en el mundo real
Cada vez se hace más palpable que el metaverso es una plataforma, que ni soñada, para montar un negocio propio. Dedicarse a vender un producto o servicio en el metaverso ya se ha convertido en un trabajo real para muchas personas, en aspectos como el diseño de interiores. The Dematerialized, una startup británica ya conocida como «el gran almacén digital en sus sueños», no vende más que artículos virtuales. Es un mercado de ropa y accesorios que solo existirá en línea.
La primera prenda que comercializó, en diciembre de 2020, fue un suéter plateado que se vendió por 121 euros. Como todos sus productos desde entonces, toda la tirada (más de mil representaciones digitales) se vendió en tan solo tres horas. Sus satisfechos compradores reciben un token no fungible (TNF), que es un certificado de propiedad virtual que se ejecuta en tecnología blockchain.
En el metaverso las firmas de moda tendrán mayor margen de ganancia
Con esta prueba de autenticidad, un propietario puede exhibir un bolso o un vestido en VRChat, donde decenas de miles de usuarios interactúan diariamente a través de avatares y hacen alarde de sus atuendos. La industria del lujo, en concreto de la moda, es la que está participando más activamente en este tipo de tecnología. Es un contraste radical con hace 20 años, cuando las marcas de lujo infravaloraban Internet. En 2008 por ejemplo, solo un tercio de las empresas de lujo vendían productos en línea.
Dado que no hay materias primas para comprar y la mano de obra es mínima, la ropa virtual es casi toda ganancia. La acuñación de diseños en el metaverso también abre enormes campos de creatividad. Después de todo, las prendas pueden parecerse a lo que quiera un diseñador. Las limitaciones que normalmente imponen los aspectos prácticos del mercado, o incluso la gravedad o la lógica ya no existen. Además no hay riesgo de exceso de existencias, ni necesidad de hacer rebajas, que tanto minan los márgenes de las compañías.
El mundo virtual es muy atractivo para las empresas de moda
Al capacitar a los compradores para que comiencen primero de manera virtual, todo tipo de marcas pueden eliminar casi todas las ventas de fin de temporada mediante desfiles de moda virtual. Los consumidores “reales” pueden hacer pedidos desde sus pantallas, lo que le permitiría a la marca producir físicamente sólo lo ya vendido.
O, si el atuendo sólo se compró para el avatar, como un bolso Gucci virtual que se vendió en mayo por más que el mismo bolso en el mundo real, entonces, ¿llegará a ser posible que esta moda nunca tenga que fabricarse? En breve, habrá en el metaverso espacios en centros comerciales virtuales. Pronto podrían ser alquiladas por casas de moda como Gucci, Dolce & Gabbana, Burberry o Balenciaga, todas las cuales han vendido artículos de marca mediante este novedoso sistema. ¿Se acabará consolidando esta línea de negocio? Parece que sí, pero muy en breve lo comprobaremos.