La multinacional norteamericana Nike presentó en el primer trimestre de su año fiscal una facturación de 10.400 millones de euros, un 16 por ciento más en comparación con el año anterior. Las ventas directas fueron de cerca de 4 mil millones de euros, un aumento del 28 por ciento sobre una base reportada. Uno de los puntos más destacados del report del trimestre ha sido el aumento del margen bruto en 170 puntos básicos. Alcanzó el 46,5 por ciento sobre ventas.
La gerencia de la compañía ha comunicado que más del 65 % de las ventas se realizaron a precio completo, superando el objetivo de la propia empresa. Dadas las limitaciones actuales de suministro, la empresa espera que las rebajas sean más bajas de lo normal durante el resto del año. Incluso se está planeando subir los precios en un dígito bajo en la segunda mitad del año, para compensar algunos de los costos crecientes en la cadena de producción.
Si bien es cierto que los ingresos mayoristas aumentaron solo un 5 %, la razón hay que atribuirla a un cambio en el diseño de modelo de negocio. Nike está trasladando recursos de la venta al por mayor a su canal directo al cliente. Ha eliminado cuentas con una serie de minoristas indiferenciados. El canal directo al consumidor tiende a ofrecer mayores márgenes brutos y le da a la empresa un mayor control sobre el proceso de ventas.
El caso es que el gigante de la ropa deportiva está ejecutando su estrategia a largo plazo de construir sus canales directos y digitales. Está en camino de alcanzar su objetivo de generar el 40 % de sus ingresos a partir de ventas digitales propias para 2025. Impulsadas por esta mejora en los márgenes, las ganancias diluidas por acción para el trimestre fueron de 1,16 dólares, un 22 por ciento más que en el período anterior, superando el consenso esperado por los analistas (1,1 USD /acción).
“Nike es una empresa en crecimiento con una oportunidad de mercado tan grande como siempre lo fue”, indicó Matt Friend, vicepresidente ejecutivo y director financiero. “Nuestros resultados del primer trimestre ilustran cómo la estrategia de Aceleración Directa del Consumidor continúa impulsando el crecimiento, transformando nuestro modelo financiero a largo plazo”.
La compañía sufrió una venta masiva el pasado viernes y borró unos 13 mil millones de euros de capitalización de mercado. Mucho para un viento en contra temporal. Desde el máximo histórico (173 euros) que la compañía logró principios de agosto, el valor ha caído un 17 %. Nike indicó que la congestión de la cadena de suministro global está afectando al negocio más de lo que anticipaba. El gigante de las zapatillas redujo su perspectiva fiscal 2022 para tener en cuenta los tiempos de tránsito más largos, la escasez de mano de obra y los cierres prolongados de la producción en Vietnam.
La caída fue predecible. Los cierres de fábricas en Vietnam e Indonesia debido a los protocolos Covid-19 obligaron a la empresa a recortar la guía para el año. También advirtió que los tiempos de envío a América del Norte se habían duplicado de 40 a 80 días debido a la escasez de contenedores, retrasos en los puertos y escasez de mano de obra.
La compañía retiró su guía de ingresos para todo el año desde un crecimiento bajo de dos dígitos a un crecimiento de un solo dígito. Indicó que los ingresos para el trimestre actual serían planos o con crecimiento muy reducido, ya que se enfrenta el impacto de los comentados cierres de fábricas. Sin embargo, todo parece indicar que a largo plazo los vientos en contra de la cadena de suministro serán irrelevantes. Actualmente ocupan un lugar preponderante en los medios financieros, pero es probable que se olviden durante el próximo año.
La pandemia de Covid-19 se ralentizará significativamente, los retrasos en los envíos se aliviarán y la escasez de mano de obra y de buques portacontenedores también debería corregirse. Fuentes de Nike indicaron que esperan que los mencionados problemas de suministro mejoren significativamente hacia el final del año fiscal. No obstante, a pesar de tener una demanda tan fuerte como siempre, la escasez de inventario puede estar afectando a Nike en el peor momento. Justo cuando se acerca la temporada navideña, donde las perspectivas de ventas se presentan francamente buenas.
En cuanto a recomendaciones del valor, en el particular caso de Nike cabe indicar que los inversores a largo plazo deberían aprovechar el descuento y hacerse con acciones de semejante empresa de primer nivel que opera con el máximo rendimiento. Aunque hay que ser cautos en un entorno de inflación creciente. Sobre todo porque los principales bancos centrales están revisando a la baja sus programas de estímulo monetario, que están lastrando a muchas de las bolsas mundiales.
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