(Foto: @gucci X)
Los grandes de la industria textil y de lujo se han aliado para intentar colaborar en el cuidado del planeta. The Fashion Pact es la mayor iniciativa para la sostenibilidad liderada por directores ejecutivos en la industria de la moda. Una alianza que se presentó en 2019 y que ahora ha firmado un acuerdo colectivo de compraventa de energía virtual (CVPPA por sus siglas en inglés) con Lightsource bp vinculado a una cartera solar del grupo en España.
Así, a través de este acuerdo, la energética ofrece un compromiso de energía renovable a largo plazo para 12 marcas. En concreto Bally, Capri Holdings, Ermenegildo Zegna Group, Farfetch, Ferragamo, Kering, Prada Group, PVH Corp., Ralph Lauren, Tapestry, Under Armour y Zimmermann.
La compañía indicó que este acuerdo colectivo «permite a las empresas con responsabilidades globales, pero con un uso menos intensivo de la energía, beneficiarse de la energía solar y apoyar el desarrollo de nuevos proyectos de energías renovables«.
The Fashion Pact ha trabajado en colaboración con el equipo de Power Markets de Lightsource bp para crear una estructura de ‘PPA’ a medida. Una que satisface las necesidades de sus miembros y, al mismo tiempo, la demanda colectiva de electricidad renovable.
Todo ello teniendo en cuenta que Lightsource bp está impulsando actualmente una cartera de más de 10 gigavatios (GW). Corresponden a proyectos solares a gran escala en diferentes etapas de desarrollo en toda Europa.
Encabezado por Helena Helmersson, copresidenta, y Paul Polman, cofundador, The Fashion Pact reúne a un grupo líderes de la industria de la moda. Todo para impulsar el progreso y diseñar soluciones colectivas hacia un futuro con cero emisiones netas y positivo para la naturaleza.
En concreto, esta iniciativa global anima a sus miembros a alcanzar el 100% de energías renovables en todas las operaciones propias de sus empresas para 2030.
Para ello trabaja en diversos ámbitos como concienciar y ayudar a sus proveedores a sumarse a estos cambios y así reducir el impacto ambiental en los diferentes procesos productivos.
Junto a ello, también se han comprometido a apostar por el uso de materiales más sostenibles. Además, han puesto en marcha un proyecto piloto para crear incentivos para que los productores de algodón apliquen prácticas agrícolas regenerativas y de bajo impacto climático.
También participan en el Leather Impact Accelerator diseñado por Textile Exchange. Un programa que ayuda a los ganaderos a cambiar sus métodos de producción para construir colectivamente un suministro de cuero libre de deforestación. Por último también tiene en marcha el proyecto Cashmere. Este ayudará a los pastores de Mongolia a producir y suministrar cachemira sostenible que genere impactos sociales, de bienestar animal y ambientales positivos.
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