La búsqueda de la sostenibilidad es uno de los principales retos a los que las empresas y la población nos enfrentamos cada día. Tenemos la obligación de encontrar la manera de cubrir todas nuestras necesidades sin comprometer a las generaciones futuras, es decir, sin malgastar los recursos naturales de los que disponemos y sin contaminar.
Aunque la sostenibilidad cada vez está más presente en medios de comunicación y en el día a día, todavía hay mucha gente que no está concienciada, que continúa malgastando recursos y que no se para a pensar en cómo se ha fabricado un producto o los ingredientes que tiene.
Desde septiembre de 2019 los centros El Corte Inglés han apostado por el movimiento por la sostenibilidad. El objetivo es conseguir dar a conocer los productos, servicios y el trabajo que la empresa está desarrollando en pro de la sostenibilidad. Los tiempos ya están marcados, y estos centros esperan para 2030 haber conseguido los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
El Corte Inglés no solo trabaja para poder ofrecer nuevos productos sostenibles, sino que también busca involucrar y concienciar a los clientes. Para ello ha desarrollado los EcoEncuentros, pequeños seminarios en los que expertos en sostenibilidad cuentan su experiencia e invitan a reflexionar sobre la necesidad de moverse hacia una forma de vida sostenible.
El pasado martes tuvo lugar el EcoEncuentro Actitud Sostenible: ¿Conciencia, moda o postureo? En él participaron el actor y empresario Mario Marzo y el chef Pablo Albuerne, más conocido como Gipsy Chef. Ambos compartieron con los asistentes sus experiencias en los negocios sostenibles y hablaron de una vuelta a las costumbres del pasado.
Mario Marzo es uno de los dueños de la marca de ropa 9TheBrand, una firma que nace con la idea de liderar la industria de la moda hacia un nuevo futuro social y medioambientalmente regenerativo. Para ser una empresa sostenible no basta con que el producto lo sea, sino que todos los procesos de fabricación deben serlo. En el caso de la ropa, la forma en la que se esquilan las ovejas para fabricar lana debe ser sostenible, sino no estaríamos hablando de un producto que respeta el medio ambiente. Algo, que según comparte el creador de 9TheBrand, no es fácil de conseguir.
Cada vez son más las marcas que se suman a la conocida como slow fashion, una tendencia que apuesta por crear ropa de forma más ecológica y sostenible; crear prendas de calidad y atemporales que podamos usar durante muchos años. Está claro que esta nueva moda tiene un precio más elevado, pero es que lo económico y lo sostenible en ocasiones es difícil de conseguir. “Una camiseta ecológica y que se venda a 1,99 es imposible. Está claro que una prenda sostenible y de calidad tiene un precio más elevado, pero no implica que sea carísimo”, afirma Mario Marzo.
Y es que a la ropa se le puede dar muchas vidas. Seguro que en más de una ocasión has rescatado una prenda del armario que tenía tu madre de joven. Las prendas de calidad pueden tener más de una vida, y si ya no la quieres o no te gusta, siempre puedes dársela a otra persona para que le dé uso. Frente a esto se encuentra el fast fashion, ropa barata y a la moda, que apenas te dura una temporada y que a la larga supone un gasto mayor.
En el caso de la comida, Pablo Albuerne ha querido incidir en el etiquetado de los productos. No podemos fiarnos de que el envoltorio del producto sea de color marrón, o que tenga una pegatina que ponga que es sostenible. Al igual que pasa con la ropa, todo el proceso de producción debe ser sostenible, desde el cultivo, la recogida, hasta el transporte. “No solo es ecológico lo que se ha tratado sin pesticidas, o lo que lleva una etiqueta verde. Sostenible es lo que no genera más contaminación”, afirma Pablo.
Un gesto tan sencillo como ir a comprar al supermercado más cercano es ser sostenible, ya que no hemos empleado un trasporte como el coche, que contamina, para ir hasta allí. Lo mismo pasa con el producto que compramos, muchas veces nos dejamos guiar por lo bonito del envase y no nos paramos a pensar en que todo el plástico o cartón que lleva es innecesario. Por ejemplo optar por comprar fruta a granel en lugar de envasada. Son pequeños gestos que nosotros como ciudadanos podemos hacer para ser más sostenibles.
Algo en lo que ha querido incidir el Gipsy Chef es el aprovechamiento de la comida. Pablo Albuerne invita a volver a la cocina de las abuelas, que a partir de un mismo producto elaboraban miles, que aprovechaban todo y no tiraban ningún resto de comida. Todo se puede aprovechar y esa es una forma de ser sostenible en la cocina y de, por supuesto, no desperdiciar.
Y es que lo sostenible debe sustentarse en tres elementos: lo económico, lo social y lo medioambiental. Lo sostenible tiene que ser rentable, debe tener en cuenta a todas las personas que trabajan en la cadena de valor y seguir el ciclo de vida de cada producto. En esto es en lo que debemos de pensar a la hora de crear un negocio o vivir nuestro día a día. Planeta Tierra solo hay uno y con gestos tan sencillos como los que te hemos contado podrás hacer que las futuras generaciones vivan mucho mejor.
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