Sabemos que la Navidad es una época de regalos, muchos regalos. Y sabemos también que no necesitamos tantas cosas nuevas para sentirnos queridos o agasajados por nuestros amigos, familiares y allegados cada Navidad. La idea del ‘Amigo Invisible’ triunfa cada vez más en grupos de amigos o familias numerosas en los que ya se hacía insostenible la compra de tantísimos detalles y los motivos son varios.
En primer lugar el ahorro de dinero, porque no es lo mismo comprar un regalo que veinte; en segundo lugar la optimización de tiempo, porque es mejor comprar un regalo con ganas que docenas saturado; y en tercer lugar porque es más ecológico ya que acumulamos menos, compramos menos, y eso, se nota en el medio ambiente.
Porque por ejemplo, según la Water Footprint Network se necesitan más de 2.000 litros de agua para fabricar una camiseta, casi 11.000 para unos vaqueros o cerca de 4.500 para unas zapatillas. Todo sin contar la energía o los litros de combustible que implican su fabricación y transporte. Números que hacen que nos planteemos la manera en la que consumimos y la huella que nuestros hábitos dejan tras nosotros.
Con esta premisa surge la idea también de hacer regalos de segunda mano. Ojo, no estamos hablando solo de ropa usada, sino de complementos sin estrenar, libros, relojes, joyas, obras de arte o artículos de decoración ‘vintage’ que pueden hacer las delicias de quienes los reciban. Sobre todo si tienen una bonita historia detrás.
La idea es consumir poco a poco de una forma más consciente, evitando la compra por impulso y pensando que reciclar no es sinónimo de aprovechar cosas viejas, sino de dar uso a las que otras persona no quieren o o no necesitan, independientemente de su estado de conservación. De hecho… ¿qué son las subastas sino compra-venta de artículos de lujo de segunda mano?
Pero aún existe un estigma con el hecho de hacer regalos de segunda mano, sobre todo en fiestas como la Navidad. Es decir, es algo que vemos bien para nosotros mismos pero que no nos atrevemos a hacer para otros. Desde Vinted, la plataforma de compraventa de moda de segunda mano que ya cuenta con más de cuatro millones de miembros en nuestro país, así lo explican.
«Segunda mano no significa ‘lo segundo mejor’ o viejo. Es importante recordar que esto también se aplica para los regalos. De hecho, optar por un artículo de segunda mano no disminuye el espíritu de regalar. De hecho, si se hace bien, en realidad puede ser incluso más significativo».
Así, la plataforma de venta propone el desafío de optar por los regalos de segunda mano esta Navidad y así poner nuestro granito de arena para hacer el mundo más sostenible. A ello se unen otras prácticas más ecológicas como envolver los obsequios con telas o retales bonitos; o reutilizar para ello papeles, lazos y pequeñas tiras decorativas que tengamos en casa.
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