Una subasta revela el menú más lujoso del Titanic
El documento recoge la lista de platos que degustaron los pasajeros de primera clase el 11 de abril y ha sido vendido por 84.000 libras esterlinas.
El hundimiento del Titanic es uno de esos acontecimientos históricos que siguen revelando nuevos secretos con el paso de los años. De hecho ahora, gracias a una subasta, se ha podido conocer el menú que degustaron los pasajeros de la primera clase en uno de los barcos más lujosos del mundo.
Un festín de 84.000 libras
En concreto, la minuta ha sido vendida a golpe de martillo por 84.000 libras esterlinas (más de 100.000 dólares). Esta recoge cada uno de los platos que se sirvieron en el restaurante la noche del 11 de abril de 1914, cuando el barco acababa de zarpar de su último puerto de escala, Queenstown, en Irlanda, y cruzaba el Atlántico.
Este ejemplar, único en el mundo, creen que fue rescatado del cuerpo de alguna de las víctimas del naufragio, ya que sufre los estragos del agua del mar. No obstante, esto no ha impedido conocer los detalles del festín del que disfrutaron los pasajeros más adinerados del barco solo unos días antes del terrible choque con el iceberg.
El exclusivo menú de primera clase del Titanic
El documento, con un enorme valor para los coleccionistas, recoge que aquel fabuloso banquete comenzó con unos aperitivos y ostras para abrir boca. Después de sirvieron como primeros platos una crema de espárragos y un consomé renaissance.
Después llegaron los platos fuertes, que iban desde el pescado a las mejores carnes. Como el salmón con salsa holandesa, los tournedós de ternera, pichón a la Godard, cordero con salsa de menta, pollo asado, solomillo de ternera con crema de rábano picante y pato en salsa de vino. Todo acompañado de guarniciones como guisantes, arroz, patatas o ensalada.
Por su parte, los postres de este menú del Titanic también estuvieron a la altura de una cena tan imponente como esta. Estuvieron compuestos por un pudin Victoria, tarta Bourdaloue de albaricoques, pastelitos de moka y helado francés.
Un documento único
Esta reliquia ha podido llegar hasta nuestros días gracias Len Stephenson, un historiador de Nueva Escocia, Canadá. Allí fueron llevados todos los cuerpos tras el desastre, y allí conservó el documento en un álbum hasta su muerte en 2017.
Posteriormente, cuando sus hijos revisaron sus pertenencias se encontraron con este documento único. Y es que, según la casa de subastas, existen unos cuantos menús del 14 de abril, el día del naufragio, pero no se conservaba ninguno del 11 de abril, pues la mayoría de ellos se habrían hundido con el barco.