Publicaciones de Juan José Perez Monzón

De los creadores de “Si todo va bien, para qué mejorar. Y si todo va mal, no cambies que podría ir a peor” o de “¿Por qué invertir y ganar más si tenemos suficiente?” llega ahora: “No le hagas caso a eso de la Eficiencia Energética, sólo es un negocio”. Claro que poco sospechan los que afirman esta última premisa, cuánta razón tienen… ¡aunque a la inversa! Sí, es un negocio, un gran negocio que nos beneficia a todos y en grandes cantidades… económicas y medioambientales. En esta línea de actuación se enfundaron el mono de trabajo los precursores del sistema Passivhaus, Bo Adamson y Wolfgang Feist (este último director del Passivhaus Institut de Darmstadt) a finales de la década de los 80. Ellos diseñaron pautas que permiten construir casas pasivas (ya sabéis, las que no son agresivas), de forma que mantienen una adecuada confortabilidad sin necesidad de demandar altas dosis de consumo energético. La primera construcción realizada con estos parámetros se llevó a cabo en 1.991 en Darmstadt, y después de ésta se han ejecutado más de 25.000, y sigue creciendo el número. Primera casa eficiente con la certificación Passivhaus Años más tarde, en 2.008, nace la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), una asociación sin ánimo de lucro que promueve la construcción de edificios altamente eficientes. Su misión, embarcar a España en la consecución de los objetivos marcados por la directiva europea para el año 2.020 en materia energética. En la actualidad cuentan con 450 socios repartidos por la geografía española, realizando actuaciones de formación, información y de seguimiento de las obras con sello Passivhaus. Ellos son los que nos informan de que España no está haciendo bien sus tareas, es decir, estamos suspendiendo, y a lo grande (cómo no). En cuanto a comunidades son Cataluña, País Vasco y Navarra las más comprometidas con la edificación de casas pasivas, reuniendo el 49% del total español. En el extremo opuesto se sitúan Cantabria, Castilla La Mancha, Ceuta, Extremadura, Galicia, Islas Canarias, Melilla y Murcia que no disponen de ningún edificio certificado Passivhaus. Entre otras perlas nos informan de que en España sólo hay 53 obras construidas con los parámetros Passivhaus de las que, además, solamente 34 han logrado obtener el Certificado del Passivhaus Institut para edificios de obra nueva, y sólo dos rehabilitaciones han logrado el Certificación Enerphit, el Aulario de la Universidad de Burgos y el Palacio de Congresos de Vitoria. El Palacio de Congresos de Vitoria tiene la Certificación Enerphit Si añadimos a estos datos que solamente el 1% de los edificios de nueva planta construidos desde 2.009 lo hace con estos parámetros, que nuestras viviendas suponen el 45% del consumo de energía, y que, aplicando este sistema se garantiza una reducción energética de entre 75 y un 90 por ciento, la pregunta es clara… ¿A qué esperamos? Si cogemos la calculadora y aplicamos los porcentajes oportunos nos daremos cuenta de que con los criterios Passivhaus podríamos ahorrar entre el 33 y el 40 por ciento del consumo energético del país. Para los no doctos (como yo, sin ir más lejos), el PEP nos explica que la edificación pasiva se enfoca en impedir el malestar energético mediante técnicas constructivas eficaces, como la reducción del factor de forma (menos envolvente, menor entrada de calor y frío), máxima optimización de la orientación de las ventanas (aprovechando el sol y la ventilación según la zona) o protecciones solares eficientes ante el impetuoso rey sol. Como se ve, todo muy lógico y práctico. Con todo, si quieres obtener el Certificado Passivhaus, tu edificio tiene que limitar la demanda de calefacción o de refrigeración a un máximo de 15 kilovatios hora por metro cuadrado al año, la energía primaria tiene su tope en 120 kWh/m² al año y la barrera al paso del aire menor o igual a 0,6 renovaciones/hora (el volumen de aire de tu vivienda debe renovarse un 60 por ciento cada hora). En España queda mucho por hacer para alcanzar a ciudades como Bruselas o Frankfurt Como en The Luxonomist somos muy curiosos, hemos aprovechado la ocasión para interrogar al PEP, cuyo personal no ha tenido inconvenientes en responder a nuestras preguntas. The Luxonomist: ¿Qué porcentaje de edificios Passivhaus se construyen en el resto de Europa? PEP: En PEP no disponemos de datos exactos en cuanto a ese porcentaje. Sí podemos afirmar que pese a que Europa se encamina con rapidez hacia la estandarización de los Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN), y que en ciudades como Bruselas, Frankfurt y Hannover, o la región austriaca de Vorarlberg, entre otras, es normativo que las nuevas construcciones cumplan con las exigencias del estándar Passivhaus, España se encuentra muy alejada de esta realidad. Algo especialmente grave cuando los edificios son los responsables de alrededor del 40% de la energía que consumimos. El coste de una vivienda Passivhaus se amortiza en los primeros 5 a 10 años de uso TL: Sólo el 1% de los nuevos edificios se construye con criterios Passivhaus... ¿Qué razones puede haber para unos datos tan bajos? PEP: Sin duda, la eficiencia energética es una de las grandes asignaturas pendientes del mercado inmobiliario español, con un parque muy obsoleto que, en la actualidad, cuenta con 25 millones de viviendas, el 60% construido antes de que entrara en vigor en 2007 el Código Técnico de la Edificación, sin que existiera más normativa que la de Condiciones Térmicas en la edificación del año 1979 en materia de eficiencia energética. En este sentido es necesario que se formalice el compromiso por parte de las administraciones públicas, nacionales y autonómicas, y los agentes políticos por impulsar estas buenas prácticas. También hay que reforzar el trabajo de divulgación entre los profesionales del sector. El precio no es realmente un handicap decisivo ya que, si bien el coste de construcción de una vivienda pasiva es ligeramente superior (entre el 3% y el 8%) al de otra convencional, éste se amortiza entre los primeros 5 y 10 años de uso, dependiendo del tamaño de la edificación, gracias al elevado ahorro en consumo energético que proporciona una casa pasiva. PEP organizó 25 jornadas de concienciación alrededor de la geografía española TL: ¿Se incentiva de alguna forma desde las administraciones para esta tipología edificatoria o son los usuarios o los profesionales los que la demandan? PEP: Es cierto que algunas comunidades están dando ciertos pasos hacia los ECCN pero son muy tímidas todavía y ninguna de ellas tiene normativa específica. La diferencia entre estas comunidades no responde a incentivos o ayudas económicas sino a la iniciativa de promotores concienciados con los ECCN. En la mayoría de los casos privados o administraciones pequeñas, como es el ejemplo del Ayuntamiento de Villamediana de Iregua en La Rioja, cuya biblioteca municipal está certificada bajo el estándar Passivhaus y además ha incorporado en su planeamiento y para su propio suelo la obligatoriedad de que los edificios que se desarrollen en él sean bajo el estándar Passivhaus. La certificación supone un elevado rigor en la ejecución de la obra que en muchos casos se subestima, bien por los técnicos, por el promotor o por la empresa constructora. Este es el motivo por lo que algunos edificios no alcanzan la certificación. Es fundamental que todos los implicados en el proceso de construcción estén comprometidos y alineados con el objetivo final de lograr la máxima eficiencia energética. En España son cada vez más los edificios que se construyen bajo el estándar Passivhaus TL: La Plataforma se constituyó en 2008 y ya cuenta con más de 450 socios... ¿Realizan tareas de formación e información por el territorio nacional? PEP: Desde su fundación en 2008, PEP ha dado importantes pasos en la consecución de su objetivo prioritario: la divulgación y difusión de las ventajas de los edificios Passivhaus, con el fin de lograr que se consoliden como referente internacional en la construcción y rehabilitación de Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN). Han sido muchos los avances. Por ejemplo, sólo durante 2016, la Plataforma organizó 25 jornadas alrededor de la geografía española para concienciar a público en general, a técnicos y a administraciones sobre la necesidad de promover la construcción y rehabilitación altamente eficiente. Se han firmado varios convenios con diferentes instituciones y universidades de todo el país y se está trabajando intensamente facilitando toda la información necesaria para que desde el Gobierno Central se legisle al respecto y se potencie la utilización de la plataforma Passivhaus como garante de la eficiencia energética. Nuestra última conferencia anual, la octava que celebramos, recibió en Pamplona el pasado mes de noviembre a más de 600 asistentes e incluyó importantes novedades, incluyendo, además de los profesionales que siempre han formado parte del foto, charlas divulgativas para el público general; talleres infantiles para transmitir de forma muy sencilla a los más pequeños cómo funciona un edificio pasivo, qué recursos requiere, cómo se puede ganar y perder energía a través de él y su impacto económico y medioambiental. Culminó con la firma de más de 40 entidades públicas por la introducción del estándar Passivhaus en sus políticas locales. 2017 será un año clave para los Edificios de Consumo Casi Nulo TL: ¿Desde que comenzaron hasta hoy ha habido un crecimiento en el interés sobre este sistema de ahorro energético o se ha estancado? PEP: En España son cada vez más los edificios que se construyen bajo el estándar Passivhaus. Al margen de viviendas unifamiliares, se están construyendo ya edificios colectivos, promociones públicas de viviendas protegidas, edificios públicos y privados de usos diversos; y nuestra percepción es que la demanda está empezando a conocer las ventajas de este modo de construir. El sector está dando respuesta adecuadamente a las necesidades materiales y tecnológicas para construir mucho mejor de lo que establece la normativa actual, pero aún estamos lejos de poder llegar a la línea de meta que marca la Directiva europea 2010/31 para 2020. TL: ¿Qué haría falta (según su criterio) para que en España se hicieran más edificios Passivhaus? (o qué están haciendo para que esto suceda...) PEP: Diferentes factores influyen, pero es fundamental el compromiso y la proactividad de la Administración Pública. Aún queda una parte importante del sector inmobiliario de carácter muy inmovilista que no avanzará mientras no sea un requerimiento de obligado cumplimiento. Bajo nuestro criterio, y el de la propia directiva europea, el papel ejemplarizante de la Administración es fundamental para cumplir los objetivos. El primer paso: legislar. Y hay que hacerlo ya porque 2018 está a la vuelta de la esquina. Después habrá de ocuparse de otras áreas, como introducir el concepto de coste de ciclo de vida del edificio en las administraciones públicas y conseguir mayor financiación de cara a la edificación energéticamente eficiente, especialmente en los ayuntamientos. La Plataforma se constituyó en 2008 y ya cuenta con más de 450 socios Estamos seguros de que 2017 será un año clave para los Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN) y abrirá muchas más puertas a la construcción y rehabilitación sobre una base de arquitectura pasiva. PEP seguirá estando ahí, con más fuerza cada vez, para divulgar y potenciar esta vía. En resumen, aunque el arranque ha sido lento y estamos muy lejos de los objetivos europeos, hay margen para la mejora si aunamos esfuerzos… e ilusión por un trabajo bien hecho (técnicos y empresas) y por un mejor futuro medioambiental (administraciones y usuarios). *Fotografías de las viviendas cortesía de PEP.

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