Debido a su posición central en la estructura del rostro, la nariz es uno de los rasgos faciales más importantes a la hora de determinar la belleza de la cara. Por ello, cada vez son más los pacientes que acuden a las consultas de los cirujanos plásticos con la idea de modificar su nariz. Hay distintas aproximaciones a la hora de afrontar esta modificación estética. Puede hacerse de manera invasiva mediante una intervención quirúrgica; o puede realizarse a través de métodos no invasivos que emplean rellenos dérmicos como puede ser el ácido hialurónico.
Todo dependerá del tipo de nariz de cada paciente y de lo que se quiera modificar. La llamada rinoplastia sin cirugía o Rinolook responde a ese segundo grupo de tratamientos mínimamente invasivos. Se trata de un procedimiento estético que permite mejorar el aspecto de la nariz sin necesidad de pasar por el quirófano.
La rinoplastia es la mejor opción cuando hay que tratar problemas respiratorios, desviaciones del tabique o lesiones en la nariz. Sin embargo, la mayoría de problemas estéticos -incluso los más significativos- pueden tratarse de manera muy efectiva con rellenos de ácido hialurónico o Radiesse.
Este tipo de tratamiento no es excluyente de la rinoplastia quirúrgica, sino que se ha convertido en una técnica que en muchas ocasiones se utiliza como complemento para mejorar los resultados de la cirugía de nariz tradicional.
Antes de realizar el relleno se limpia y desinfecta la nariz y, si se considera necesario, se aplica un anestésico local para evitar molestias durante el tratamiento. Los rellenos dérmicos faciales a base de Radiesse (Hidroxiapatita cálcica) o ácido hialurónico, se aplican en las áreas de la nariz que queremos mejorar mediante una aguja fina. Una vez infiltrado el relleno, lo moldeamos mediante un pequeño masaje para que se distribuya correctamente y adopte la forma deseada. El procedimiento completo se realiza en unos 15-20 minutos y se necesitan de dos a tres sesiones.
Los resultados son inmediatos, pero es fundamental realizar una consulta de revisión pasadas unas semanas, para corroborar que el resultado es el esperado y que no se ha producido ningún tipo de efecto secundario. Tanto el ácido Hialurónico como Radiesse cuentan con la autorización de marcado CE (marca de calidad europea para ciertos grupos o productos industriales) y con la autorización de varias instituciones como la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentosde los Estados Unidos), para emplearse como rellenos faciales.
Radiesse, por ejemplo, es un implante inyectable biocompatible, natural e invisible al tacto; no provoca rechazo por parte del cuerpo ni reacciones alérgicas y se adapta excepcionalmente a las necesidades estéticas del rostro.
El rinolook al ser un procedimiento no quirúrgico implica menos riesgo, menos molestias, menos dolor, menos tiempo de inactividad y menos efectos secundarios. También cuenta con la ventaja de que, al no ser permanente, los resultados pueden revertirse con el paso de unos meses, o acelerando el proceso de disolución de las sustancias aplicadas.
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