El pasado mes de julio se celebraba la que ha sido la última boda real en Reino Unido. La princesa Beatriz de York se casaba en una ceremonia secreta con el empresario Edoardo Mapelli Mozzi. Una boda de cuento que tan solo conocían los familiares más cercanos a la pareja, y que sustituyó a la gran ceremonia que estaba planeada para mayo de 2020. La crisis sanitaria del coronavirus obligó a Beatriz a cambiar todos sus planes, pero parce que en lugar de tirarlos a la basura, la princesa los guardó en un baúl. Y es que según ha revelado la experta en realeza Meadhbh McGrath, Beatriz y Edoardo podrían volver a darse el “sí quiero”.
En una entrevista en la radio HeirHeads podcast, McGrath confirmaba los rumores sobre una posible segunda boda de la princesa Beatriz: “Hemos escuchado que Beatriz y Edo tendrán una segunda ceremonia en la que ella podrá llevar el vestido original que había planeado para la boda”. Un nuevo enlace que se celebraría en 2021, cuando la pandemia de coronavirus esté controlada, y a la que asistirían todos los invitados que no pudieron acudir a la anterior boda.
Y es que, a pesar de que el enlace de princesa Beatriz de York y Edoardo Mapelli parecía sacado de un cuento, no era lo que ellos habían planeado desde el principio. Estaba previsto que la pareja se diera el “sí quiero” en la capilla real del palacio de St. James, para después celebrar una recepción en los jardines de Buckingham, un deseo que su abuela Isabel II le había concedido.
Sin embargo, la crisis del coronavirus obligó a Beatriz de York a retrasar la boda y cambiar toda la organización. La pareja acabó casándose en el mes de julio una ceremonia secreta en Windsor. Un evento muy reducido, y que seguía las medidas sanitarias, al que pudieron asistir la reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo.
Lo más especial de la ceremonia fue, sin duda, el vestido de novia que llevó Beatriz. Se trataba del traje que lució su abuela, la reina Isabel II, en 1962 durante un viaje a Roma. Un vestido vintage y con historia, firmado por Norman Hartnell, uno de los diseñadores favoritos de la reina.
El vestido está confeccionado en seda de tafetán en color blanco marfil, con un corpiño ajustado con forma geométrica y lleno de brillantes engarzados. Éste fue especialmente adaptado para Beatriz por la estilista de la reina, Angela Kelly, y el diseñador Stewart Parvin. Sin embargo, parece que la princesa, al igual que hicieran antes su hermana, Meghan Markle o Kate Middleton, también quiere estrenar el vestido de novia inicial que tenía pensado. Un nuevo y misterioso diseño del que no se sabe cómo es ni quién es su autor.
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