Tres familiares iniciaron una conspiración para que Carlos no fuera rey
El príncipe Carlos sufrió la conspiración de su hermano para convertirle en regente del príncipe William hasta que cumpliera la mayoría de edad.
Carlos III comienza a recibir su dosis diaria de rumores y chismes cortesanos entre los que se incluye una conspiración. El recién estrenado Rey de Inglaterra se desayuna estos días con un serial publicado en The Telegraph, en el que se analizan algunos pasajes del último libro de Angela Levin. Una obra sobre la vida de su esposa, la reina consorte Camilla, en el que se detallan momentos delicados del primogénito de Isabel II.
El príncipe Andrés y el rey no tienen relación
Uno de ellos deja claro que Carlos no goza el afecto de todos los miembros de su familia, especialmente del príncipe Andrés.
El que fuera considerado dentro y fuera de palacio como el ojo derecho de la difunta Isabel II, tuvo en el pasado una serie de encontronazos con los actuales reyes que marcaron la inexistente relación que podrían mantener en la actualidad. El asunto llegó incluso a poner en riesgo que Carlos recibiera la corona una vez fallecida su madre.
El príncipe Andrés inició la conspiración contra el futuro Carlos III
Angela Levin cita a un “informante de alto nivel” cuando relata el plan concebido por el Duque de York para impedir que su hermano ocupara el trono. Una supuesta conspiración contra el futuro Carlos III que se habría producido cuando el príncipe William aún no había cumplido la mayoría de edad.
Andrés buscó entonces el apoyo de la difunta princesa Diana y de su ex-mujer, Sarah Ferguson, para ello. Supuestamente, los tres habrían conspirado en palacio en el peor momento de popularidad del príncipe Carlos.
Sumido en el escándalo de las escuchas telefónicas con Camilla y con el polémico divorcio de Diana en pleno apogeo, el príncipe Andrés no habría salido precisamente en defensa de la nueva pareja. Según relata Levin, “eran tiempos oscuros y extraños, donde la paranoia se hizo realidad”.
El comportamiento del Duque de York habría llegado a oídos de Isabel II, que no se tomó del todo bien el asunto. Para ella fue un tema muy desagradable. “Me dijeron que fue una de las raras ocasiones en las que no se salió con la suya”, afirma la biógrafa hablando de Andrés.
Sin embargo, con el paso de los años este asunto no habría quedado en el olvido. El enfado del príncipe Andrés con su hermano y su actual esposa dejó un poso de rencor que podría perdurar en la actualidad.
“Aparentemente (Andrés) estaba muy enojado porque no podía gobernar el país de alguna manera. Se mostró tan hostil a la aparición y aceptación de Camilla, que es dudoso que alguna vez lo haya perdonado”, asegura Angela Levin.