El abultado club de exempleados descontentos del príncipe Harry y Meghan Markle
Un grupo de exempleados de Harry y Meghan se han unido para hablar de las malas actitudes que éstos habrían tenido con ellos.
A raíz de sus polémicas entrevistas y su mudanza a Estados Unidos, la popularidad del príncipe Harry y Meghan Markle ha caído en picado en Reino Unido. Son de los miembros menos queridos de la familia real, algo que contrastaba con su popularidad en California. Sin embargo, esa buena imagen de los duques de Sussex se estaría diluyendo debido a sus problemas con los empleados. Varios extrabajadores han mostrado su descontento con las actitudes del matrimonio, en especial de Meghan Markle, hasta el punto de crear el llamado Club de Supervivientes.
Los empleados se revelan contra Harry y Meghan
Según publica The Economic Times, el príncipe Harry y Meghan Markle tienen «un problema de personal». Al parecer, las personas que empiezan a trabajar con ellos apenas duran unos meses. Todo debido a las actitudes que éstos tienen con los trabajadores.
El último en irse ha sido John Kettler, consultor y jefe de personal de Harry y Meghan. Tras tres meses trabajando éste renunció al puesto porque, según cuenta el diario, «había aspectos con los que no se sentía cómodo».
Señalan a Meghan Markle como la culpable
Esta renuncia habría supuesto su entrada de honor en el conocido como Club de Supervivientes, un grupo de ex trabajadores de alto perfil de Harry y Meghan que comparten sus malas experiencias trabajando con los duques. Y es que desde que Harry y Meghan se casaran en 2018, han contado con hasta 18 trabajadores de alto rango que, o bien han sido despedidos, o tras unos meses en el cargo han abandonado.
Hace unos días The Hollywood Report publicaba en exclusiva que varios trabajadores habían puesto a Meghan el mote de «la duquesa difícil». Afirmaban que «todo el mundo teme a Meghan» porque «menosprecia a la gente y no acepta consejos». De hecho, señalaban que varios miembros de su equipo de EE.UU. estaban hartos de las «sonoras rabietas» de Meghan y sus «correos electrónicos coléricos a las cinco de la mañana».