Pasado el mediodía sonaba junto al Palacio de Westminster el God Save the Queen mientras llegaba a los aledaños del mismo el coche oficial que trasladaba al príncipe Carlos, su esposa Camilla y su hijo William para la apertura del Parlamento británico.
Sólo unos minutos después, los tres hacían acto de presencia en la Cámara de los Lores donde aguardaban pacientemente y vestidos de gala sus casi 800 miembros. El silencio ha acompañado el inicio de un acto en el que el heredero ha ocupado, por primera vez en su vida, el trono reservado a Isabel II.
Se esperaba que el mismo quedara vacío, al no estar presente Isabel II por tercera vez en su reinado. Hubo dos ausencias anteriormente en los últimos 59 años, motivadas por el embarazo de sus hijos Eduardo y Andrés. En esta ocasión, los problemas de movilidad que padece desde el pasado otoño han sido la causa.
Isabel II no ha estado en la apertura del Parlamento, pero la Corona del Estado Imperial sí. La misma, que ha llegado custodiada en un coche oficial, ha precedido a los tres miembros de la familia real y ha sido situada a la derecha del heredero. La Duquesa de Cornualles se ha sentado a su izquierda, mientras que a su derecha estaba el príncipe William, con un elegante traje. Con todos ellos sentados y la reina Isabel II presente a través de su corona, ha dado inicio un acto repleto de simbolismo.
Este acto oficial marca el inicio formal del año parlamentario y es el acto institucional más relevante del año. Sucede el primer día de la nueva sesión parlamentaria o poco después de unas elecciones generales. La última apertura estatal del parlamento tuvo lugar el martes 11 de mayo de 2021. La pandemia ha obligado a reducir su pomposidad.
Hasta 2020, el evento comenzaba con la procesión de la Reina desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster, escoltada por la Caballería Real. La Reina llega a la Entrada del Soberano y se dirigía a la Sala de Túnicas. Con la Corona del Estado Imperial y la Túnica del Estado, encabeza la procesión real a través de la galería, repleta de unos 600 invitados, hasta la cámara de la Cámara de los Lores.
Hoy, con Carlos, Camilla y William ya sentados, el procedimiento ha seguido su curso. Un funcionario de la Cámara de los Lores, conocido como Black Rod, ha sido enviado a convocar a los Comunes. Las puertas de la Cámara de los Comunes se le cierran en la cara en ese instante. Una práctica que se remonta a la Guerra Civil y que simboliza la independencia de la Cámara de los Comunes frente a la monarquía.
Black Rod golpea la puerta tres veces antes de que se abra. Luego, los miembros de la Cámara de los Comunes le siguen. Todos ellos se sitúan en el extremo opuesto al trono, de pie, para escuchar el discurso. El discurso de la Reina ha sido entregado al príncipe Carlos por el Lord Canciller en una bolsa especial de seda. Diez minutos escasos ha estado el heredero hablando a los representantes públicos. Su semblante serio, al igual que el de Camilla y William y las miradas emocionadas de todos ellos a la corona no han pasado desapercibidas.
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