Este fin de semana ha sido especial para la Familia Real británica. En su agenda estaba prevista la celebración del Día del Recuerdo que, tal y como estaba previsto, contó con la presencia de Kate Middleton. Una aparición importante que supone para ella la aparición en el primer acto oficial de alto rango al que acude tras anunciar que había superado con éxito la quimioterapia. Una cita prevista desde hace semanas y que fijó en ella los objetivos de las cámaras.
Con semblante serio y emocionado, como así lo requería la conmemoración, Kate Middleton siguió los actos de homenaje a los caídos en servicio en el balcón del Ministerio de Asuntos Exteriores, frente al Cenotafio. Junto a ella no estaba esta vez la reina Camilla que, aquejada de una afección de pecho, se encuentra de baja médica desde mediados de la semana pasada. En este caso, la princesa de Gales siguió el acto junto a la duquesa de Edimburgo.
De riguroso negro, como es costumbre en esta cita, Kate Middleton lució una chaqueta de estilo militar con un lazo de terciopelo al cuello y hombreras marcadas. Con el pelo recogido, escogió como complementos un sombrero tipo boina con plumas y redecilla; y unos pendientes de diamantes y perlas de Baréin que pertenecieron a Isabel II y que Lady Di también usó en 1982.
Durante el acto, la princesa se mostró cordial con Sophie Helen Rhys-Jones e incluso sonriente en algunas ocasiones. Pero por norma general, el rictus de Kate Middleton durante todo el evento fue serio y emocionado.
Algunos cronistas reales han reparado en los gestos de apoyo y cercanía que recibió Kate Middleton por parte de la duquesa de Edimburgo. Las dos siguieron con atención el acto en el que Carlos III presidía la colocación de una corona de laurel acompañado por el príncipe William y el Primer Ministro, Keir Starmer.
Horas antes, la princesa de Gales estuvo arropada por su esposo y otros miembros de su familia durante la celebración del Festival del Recuerdo que se celebró en el Royal Albert Hall.
Una cita a la que acudió con un elegante vestido negro tipo abrigo y el adorno de una amapola, el típico recuerdo a los militares caídos en la Primera Guerra Mundial. Completó su atuendo con unos pendientes de perlas de Lady Di y con forma de lágrima que ya le habíamos visto con anterioridad y un bolso de Chanel, uno de los pocos artículos de la firma que posee.
Presentado por Adrian Lester, sobre el escenario actuaron artistas de la música británica como Tom Jones, Alexandra Burke o Jack Savoretti.
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