La niñera de los príncipes de Gales jamás utiliza esta palabra con ellos “por respeto”
La niñera de los príncipes de Gales lleva once años cuidando de sus hijos y siempre ha tenido prohibido usar esta palabra.
La exigente educación que se espera del futuro rey de Inglaterra ha hecho que desde el mismo día de su nacimiento, el príncipe George cuente con una institutriz encargada de cuidarle, educarle y velar por su seguridad. Una niñera todoterreno que no puede dirigirse a él de cualquier manera. Y es que según acaba de salir a la luz la niñera de los príncipes de Gales tiene prohibido usar una palabra concreta para referirse al príncipe George o sus hermanos, Charlotte y Louis.
Así es la niñera de los Gales, una española de 53 años
María Teresa Turrión Borrallo es desde hace 11 años la institutriz de los hijos del príncipe William y Kate Middleton. Esta palentina de 53 años llegó a la vida de los príncipes de Gales tras formarse en Norland College, una de las escuelas más prestigiosas del Reino Unido.
Desde entonces ha sido la encargada de cuidar y velar por la seguridad de George, Charlotte y Louis, a los que ha cambiado pañales, dado de comer, enseñado cuestiones básicas de educación y escuchado en cualquier situación. Todo sin olvidar que los pequeños son el futuro rey de Inglaterra y sus hermanos, por los que debe tener un trato especial hacia ellos.
Jamás usa esta palabra para referirse a los príncipes
Y es que según ha revelado Louise Heren, autora del libro Nanny in a Book, al diario Mirror, la institutriz de los príncipes de Gales tiene prohibido referirse a los pequeños como “niños”. Según cuenta, María Teresa Turrión ha decidido eliminar esta frase de su vocabulario “como señal de respeto”.
Así, la niñera nunca se referiría a George, Charlotte o Louis como niños, algo que habría aprendido durante su larga y estricta formación. Una norma con la que el príncipe William y Kate Middleton estarían encantados, pues en estos once años nunca han cambiado de niñera y han contado con ella tanto para sus viajes y mudanzas, como en este último año, el más complicado para la princesa de Gales y la familia.