La Casa Real jordana ha vivido este domingo uno de los días más especiales que se recuerdan en Amman. Iman de Jordania, la hija de los reyes, Adbalá y Rania, celebraba su boda con el financiero venezolano de origen griego Jameel Alexander Thermiotis ante la atenta mirada de unos 150 invitados.
Como era de esperar fue una elegante y sofisticada ceremonia que tuvo lugar en el Palacio Real Beit Al Urdun. Por lo reducido de la convocatoria, se echó de menos la presencia de representantes de las monarquías europeas ya que la gran mayoría de ellas mantienen una magnífica relación con los Reyes de Jordania.
No obstante, la elegancia de las protagonistas suplieron con creces dichas ausencias y, como se esperaba, la reina Rania volvió a dar una lección de estilo con un espectacular vestido de Dior en color nude. Pero no le quitemos protagonismo a la novia.
La princesa Iman, de 26 años, es la segunda hija de los monarcas hachemitas y primera en pasar por el altar. Este fin de semana deslumbraba con un look nupcial de corte clásico, en color blanco y con manga larga.
Un modelo con la parte superior del escote y los puños de las mangas de encaje, con detalles florales y cuello perkins. Un vestido precioso y muy elegante que simulaba un palabra de honor con sobrecuerpo de encaje y una discreta cola. En cuanto a complementos, Iman de Jordania lució en su boda una preciosa tiara y unos discretos pendientes a juego con el largo velo de encaje y detalles florales.
Además de ella, como decimos, otra de las protagonistas del enlace fue su madre. La reina Rania de Jordania escogió para el gran día de su hija un diseño largo perteneciente a la colección Fall Couture 2022 de Dior. Confeccionado en seda plisada con bordados de tipo geométrico, tanto en la zona del escote como en la de la cintura, consigue un efecto tan estilizador como favorecedor. Un modelo con el cuello ligeramente fruncido de volantitos y mangas afaroladas que aportaban movimiento al look.
Muchos pensaban que al ser la madre de la novia, Rania apostaría por un color llamativo, pero no fue así. Para romper con la sobriedad del color crema elegido para su vestido, la reina optó por un bolso de mano en azul cielo, también de Dior. Lejos de recogidos recargados, la monarca llevó su larga melena suelta y ligeramente ondulada, restando seriedad a su impecable look de madrina.
El color, sin embargo, sí fue el elegido por dos invitadas más jóvenes. Una, la hermana de la novia, la princesa Salma, que lució un precioso vestido fucsia con detalle floral en la cintura de Andrew Gn. Un vestido de la colección de AW22 de la marca.
Además, hay otra mujer que ha acaparado todas las miradas en el enlace de la princesa Iman y Jameel Alexander Thermiotis. No es otra que la saudí Rajwa al-Saif, prometida del príncipe heredero Hussein. Ambos protagonizarán la próxima boda real en Amman el próximo 1 de junio. Radiante, la futura nuera de la reina Rania eligió un elegante vestido capa de color amarillo de la firma británica Roksanda.
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