Hoy Suecia está de celebración. Su princesa Victoria cumple 45 años y lo celebra con numerosos actos a los que ha invitado a toda la población. La hija del rey afronta un año más convertida en la perfecta heredera para ocupar el trono en Suecia y convertirse en la reina más destacada de Europa. Un camino al que le han enfocado desde pequeña y que, sin duda, está cumpliendo con matrícula de honor.
Muy discreta en lo que a su vida personal se refiere, atenta con aquellos que se le acercan y con un estilo impecable y sostenible, Victoria de Suecia sopla hoy las velas acompañada de sus hijos y su marido.
Cuando nació el 14 de julio de 1977, Victoria no estaba destinada a ser reina. La ley sálica seguía vigente en Suecia y no fue hasta 1980 cuando la reforma de la Constitución hizo que el destino de la princesa cambiara.
A partir de ese momento, Victoria se convirtió en la heredera al trono, algo que no gustó demasiado a su padre, el rey Carlos Gustavo, que quería que su hijo Carlos Felipe, recién nacido, ocupara ese puesto.
Estas desavenencias iniciales persiguieron a Victoria a lo largo de su adolescencia. Su jura de la Constitución a los 18 años no estuvo exenta de polémica, y conocidos son los problemas de ansiedad y anorexia que sufrió cuando tan solo tenía 20 años. A pesar de ello, superó todos sus problemas y tras pasar una etapa de estudios en Estados Unidos, regresó convertida en la heredera perfecta al trono.
Con los años, los problemas con el rey Carlos Gustavo continuaron, debido a su relación con Daniel Westling, que entonces era propietario de la exclusiva cadena de gimnasios suecos Master Training. El rey se opuso a la boda de su hija con el entrenador, pero Victoria no estaba dispuesta a renunciar al hombre del que se había enamorado y tras nueve años de noviazgo, pasaba por el altar en 2010.
Fruto del matrimonio nacieron sus dos hijos, la princesa Estelle y el príncipe Oscar. A sus diez años, Estelle ha empezado a incorporarse a la agenda oficial de su madre, acompañándola a diversos actos oficiales y viajes. De hecho, fue una de la invitadas al cumpleaños de Elisabeth de Noruega el pasado mes de junio.
Victoria de Suecia se ha convertido en la heredera perfecta, con una preparación exquisita, y una presencia inmejorable. Con un estilo clásico y sobrio, es la mejor representante de la moda de su país, sobre todo de marcas mundialmente conocidas como H&M.
La princesa ha apostado en varias ocasiones por la línea sostenible de la marca, con vestidos de gala elaborados a partir de materiales reciclados. Una tendencia que la reina Letizia le ha copiado en una ocasión, pues ambas cuentan en su armario con el mismo modelo de vestido de H&M.
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