El cine volvió a vivir ayer un día grande con la celebración de la 77 edición de los Premios Bafta, en Londres. Actores, actrices y películas fueron los grandes protagonistas de una noche marcada por una ausencia, la de la princesa de Gales. El príncipe William acudió solo a la gala, debido a reciente operación de Kate Middleton, aunque estuvo muy bien acompañado por Cate Blanchett y otras celebrities. Todo en una noche en la que Oppenheimer fue la gran triunfadora.
Aunque todos sabíamos que Kate Middleton no iba a acudir a la alfombra roja de los BAFTA, la aparición del príncipe William en solitario fue toda una sorpresa. El heredero sacó del armario su chaqueta de terciopelo azul marino y su pajarita, y se plantó frente a los fotógrafos con una amplia sonrisa.
A pesar de que posó solo en la alfombra roja, durante la gala estuvo muy bien acompañado. Le tocó sentarse al lado de Cate Blanchett, a la que saludó efusivamente a su llegada, y con la que compartió conversación y risas durante toda la noche.
Sin embargo, la actriz no fue la única persona pendiente de que el príncipe estuviera a gusto. También David Beckham se acercó a saludarle y otras actrices como Phoebe Dynevor pudieron hablar con él.
Y es que la alfombra roja de los BAFTA estuvo llena de estrellas. Por ella pudimos ver desfilar a Margot Robbie, que volvió a decantarse por el estilo Barbie con un sexy diseño en rosa y negro de Armani Privé.
También estuvieron Dua Lipa, una de las más elegantes con un vaporoso vestido rojo de Valentino; y Lily Collins, con un vestido de inspiración floral de Tamara Ralph. Y por supuesto Emma Stone, que fue una de las triunfadoras de la noche al llevarse el BAFTA a mejor actriz, enfundada en un diseño naranja melocotón de Louis Vuitton.
Aunque si hablamos de premios la gran triunfadora fue Oppenheimer que se llevó siete. Entre ellos, el BAFTA a mejor película, mejor dirección para Christopher Nolan, y mejor actor de reparto Robert Downey Jr. Una suerte que no corrió Bayona, que optaba al BAFTA a mejor película de habla no inglesa con La sociedad de la Nieve.
Sin embargo, el protagonismo de Oppenheimer se vio opacado unos minutos por Michael J. Fox. El mítico Marty McFly de Regreso al futuro dio el toque emotivo a la gala al reaparecer sobre el escenario entre una gran ovación para entregar el premio a mejor película. Lo hacía en silla de ruedas y mostrando una enorme fortaleza frente al Parkinson, enfermedad que padece desde hace años.
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