Carmen Conesa: «Si nos enseñaran a perder, ganaríamos siempre»

Amalia Enríquez. 17/05/2022
Foto: David Ruano

Siempre hemos pensado que las malas compañías son las que tienen peligro, pero Carmen Conesa demuestra, en la obra de teatro que representa, que las peligrosas son otras. Dos mujeres y dos hombres en estado de crisis (de pareja, profesional, de salud y de los cincuenta) protagonizan ‘El peligro de las buenas compañías’, una comedia de enredo, con sus equívocos, confusiones, suplantaciones de personalidad y golpes de efecto. Una comedia moral que da que pensar sin necesidad de moraleja y que desemboca en un final aparentemente feliz, basado en un gran malentendido…

The Luxonomist: ¿Qué te da la interpretación que no encuentras en otra actividad de la vida?
Carmen Conesa: Me reencuentra con La Niña que disfruta jugando y disfrazándose.

TL: ¿El escenario es el más difícil todavía para un actor?
CC: El escenario es el inicio, la cuna las raíces del arte de interpretar. Todo nace y muere allí.

TL: ¿Hay algo que iguale la magia del teatro?
CC: Todas las artes escénicas en directo: la música, la danza, la ópera y la magia del instante. Ahora y nunca más.

TL: ¿Las buenas compañías tienen peligro?
CC: Para mí no (risas). Admiro y disfruto con las buenas personas, me emocionan y quiero seguir su ejemplo.

“Me eomcionan las buenas personas»

TL: ¿De las crisis se sale fortalecido si se superan y debilitado si se fracasa en el intento?
CC: Si se fracasa en el intento y logras levantarte, todavía más fortalecido. Si nos enseñaran a perder, ganaríamos siempre.

TL: ¿El mal ejemplo genera buena conciencia?
CC: Para algunas personas puede que sí. El mal ejemplo solo me genera compasión y ganas de ayudar.

TL: ¿Y el bueno, por el contrario, mala conciencia?
CC: Para algunos quizás, no para mí . Me emociona el buen ejemplo, me anima a mejorar y me hace creer en el ser humano.

TL: ¿Te inquieta ser ejemplo para otros?
CC: No, no me inquieta. Trabajo cada día para mejorar y ser la mejor versión de mí misma.

TL: ¿Un recuerdo recurrente cuando miras atrás?
CC: Revolcarme con mi hija riéndonos, cuando era un bebé.

TL: ¿Existe una receta para la felicidad?
CC: La felicidad está en la antesala de la felicidad.

“La alegría de vivir es la única locura que permite evitar el resto de las locuras”

carmen conesa

TL: ¿Solo el amor se permite una gran locura?
CC: Y la alegría de vivir es la única locura que permite evitar el resto de las locuras, mantenerse a salvo de la neurosis y de la mentira permanente (Nietzsche).

TL: El rasgo de tu personalidad que no querrías que heredase nadie.
CC: El exceso de vanidad.

TL: ¿Algún vicio es sano?
CC: Creo que no, porque te hacen esclavo.

TL: Un placer prohibido que te permites.
CC: Todo lo que me da placer es de libre circulación (risas).

TL: Un don que la naturaleza te ha negado.
CC: Volar como un águila.

TL: Esa pregunta incómoda que siempre te hacen.
CC: ¿Qué prefieres el cine, la tele o el teatro?

“El mal ejemplo me genera ganas de ayudar”

TL: ¿Qué te intimida hasta el punto de sacarte los colores?
CC: Creo que nada. Soy una sinvergüenza.

TL: ¿Un lema vital que lleves por bandera?
CC: No quejarse.

TL: Ese lugar en el que te encontraría si decidieras perderte.
CC: En Tierra del Fuego, Ushuaia.

TL: ¿Y esa crítica que, por ser verdad, más te ha dolido?
CC: Mi dispersión.

TL: Un propósito que nunca cumples.
CC: Si me lo propongo lo cumplo. La fuerza más importante en el ser humano es la fuerza de voluntad.

TL: Un miedo que no sepas superar.
CC: Todos los temas de espiritismos raros.

TL: ¿A qué destinas tus ahorros?
CC: A viajar y a guardar para cuando hay malas rachas.

TL: ¿Qué te sorprende de la vida?
CC: La sabiduría y la humildad de la naturaleza y el cosmos.

TL: Te dejarías cortar la mano antes de decirme…
CC: No tengo secretos.

TL: ¿Qué virtud envidias?
CC: La humildad.

«Nunca dejaré de hacer el payaso»

TL: ¿Cuál es la mejor forma de dejar huella?
CC: Creo que la única huella imborrable es el amor.

TL: ¿El calificativo que más te incomoda?
CC: Pasota.

TL: ¿Eres de permitirte caprichos?
CC: Sí, de vez en cuando.

TL: Una pesadilla que no olvidas.
CC: La muerte de mi madre.

TL: ¿Una extravagancia que no piensas reprimir?
CC: Hacer el payaso.

TL: ¿Qué le agradeces y reprochas a tu físico?
CC: La herencia genética atlética de mis padres. Me gustaría ser más alta.

TL: Tres calificativos que sinteticen tu pareja ideal.
CC: Bello, bondadoso, sabio.

TL: ¿Un truco infalible para conquistar?
CC: Tener capacidad de ilusionarte por todo y saber escuchar.

TL: La prenda que no falta en tu maleta cuando sales de viaje.
CC: Mi almohada pequeña.

TL: Sé que han sido muchas, pero ¿hay pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder?
CC: Tus preguntas siempre son singulares e inteligentes. Y suficientes.

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