Andrés Velencoso: “Todo el mundo debería vivir en NYC en alguna etapa de su vida””

Era el año 2003 cuando Andrés Velencoso revolucionó el mundo de la moda acompañando a Jennifer Lopez en una campaña de Louis Vuitton. A los pocos días, en una alta terraza de un hotel de Barcelona, tuvimos nuestra primera entrevista y nació una amistad que perdura.

En todo ese tiempo, el hombre no ha cambiado un ápice en su cercanía y honestidad, pero el profesional no ha dejado de crecer. No obstante, reconoce que no ha pagado un tributo muy alto por lograr su sueño.

Sigue ligado a la moda y es director creativo de OTTO, pero su empeño está focalizado en la interpretación, una profesión que “nos hace mejores personas, más empáticos”. Ahora protagoniza Regreso a las Sabinas y ya está inmerso en el rodaje de La agencia. Suma y sigue…

“Las plataformas de streaming están dando voz a gente con mucho talento”

The Luxonomist: ¿Cómo te sienta la vida de actor?
Andrés Velencoso: (risas) Bien. No solo de actor, sino la vida de muchas cosas que hago. Pero ahora estoy invirtiendo mucho tiempo en la interpretación. He tenido la suerte de ir enlazando muchos proyectos. Las plataformas están dando muchas oportunidades y voz a gente muy talentosa que se están convirtiendo en estrellas y están nominados a premios.

TL: ¿Cuándo te das cuenta de que debes reciclarte?
AV: Tú conoces bien mi historia. Empecé en la moda muy joven e hice mis pinitos en publicidad en Barcelona. Al llegar a Estados Unidos, donde las producciones de publicidad son más grandes, tienes la sensación de que haces ficción de alguna manera.

Y ahí, con 26/27 años, me empezó ese runrún y fue un paso natural, aunque nunca dejé la moda, ya lo sabes. Pero fue a los 30/32 cuando sentí la necesidad de explorar ese camino artístico diferente. Es cuando conocí a Antonio Rubial, al que conoces, y me dijo que cuando me viera preparado y quisiera dar el paso, ahí estaba él.

TL: ¿Qué hay del Andrés de FIN, su primer trabajo, en El regreso a las Sabinas, lo último de momento?
AV: En el Andrés actor siguen intactas las ganas de aprender, de experimentar, de descubrir, de seguir transitando personajes. Obviamente ahora tengo más conocimiento de la profesión que cuando me lanzaba al vacío, teniendo solamente dos pinceladas para gestionar el personaje. Ahora ya dispongo de más matices para jugar y de otro ritmo en la evolución del personaje. Sumando experiencias, que es de lo que se trata.

“Mi pueblo es ahora donde quiero estar”

TL: ¿Y qué queda del Andrés hombre, que se perdía por Nueva York para llegar a la agencia sin saber inglés, en el profesional consagrado de hoy?
AV: (risas) ¿Te acuerdas? (risas) El otro día hablaba con unos amigos y les decía que todo el mundo se debería ir a vivir a Nueva York en alguna etapa de su vida. Yo estuve diez años, de los 22 a los 32 pero… ¡qué inconsciencia! (risas) No hablaba nada de inglés y me quería devorar el mundo. Daba igual si dormías en un colchón en casa de un colega, si no tenías casa. En NY estaba trabajando y ganándome la vida, pero lo que acumulé fueron experiencias. Era insensato e inconsciente, no lo haría ahora, pero ¡qué bonito también haberlo vivido!

TL: A la larga, todos acabamos regresando a las raíces. Tú has vuelto a Tossa, a los orígenes. ¿Ha regresado la calma en el momento oportuno?
AV: Después de casi 25 años, como bien sabes, he vuelto a mi pueblo. No sé si será definitivo, pero de momento es el lugar en el que quiero estar. En la etapa del covid pasé mucho tiempo aquí y encontré una casita que me gustaba. Ya estaba dejando de vivir en Londres, sobre todo porque me estaba llegando trabajo de España. Como Madrid para vivir es una ciudad que me cuesta y, aunque tengo un pequeño apartamento para cuando tengo rodajes allí, estoy con un pie siempre en Tossa.

“En NYC fui insensato e inconsciente pero me llevé muchas experiencias”

TL: Cuando menos te lo esperas te llega “Regreso a las Sabinas” ¡Quién te iba a imaginar en un culebrón de 70 capítulos!
AV: Siempre me pareció un trabajo muy difícil hacer una producción diaria, a nivel de poder resolver las situaciones, leerte los textos, el ritmo de trabajo y las horas. Siempre tuve mucho respeto a algo así, pero era una oportunidad muy buena.

Era justo cuando estaba dejando Londres, la casa de Tossa se estaba acabando, era la primera apuesta de Disney+ con un formato innovador y se estaban alineando los astros (risas). Así que hice los 70 capítulos en 6 meses y solo tuve vida para eso.

TL: Ser protagonista son palabras mayores…
AV: Te voy a reconocer que eso me dio mucho vértigo. Era como el héroe de la telenovela, en la que el lenguaje que utilizábamos no era nada cotidiano, lo que lo hacía más complicado y mayor reto.

Por suerte, la serie se ha convertido en todo un éxito, la número 1 en España durante todos los meses que se ha emitido. Ahora ya está completa en la plataforma. Nunca he tenido tanto feedback de algo que he hecho como con esto.

“Me hace gracia que la gente me pregunte tanto por lo que hace mi personaje”

TL: Has pasado de ser top model internacional al que definen como “el galán de moda”. No sé cómo lo encajas…
AV: (risas) Tú me conoces, estas cosas no me cambian. Siempre hemos hablado de la importancia de tener los pies en el suelo. Es sorprendente ver cómo la gente se engancha a estas series. Aquí en Tossa la siguen como no te imaginas y me preguntan y cuestionan lo que hace o le pasa a Miguel. Eso me hace mucha gracia, la verdad.

TL: La fama, ya sabes… ¿qué darías por estar en una terraza y ser tú el que mira y no al que miran?
AV: Eso es tan fácil como irte a Nueva York o a Londres (risas). En algunos lugares, echo en falta ese anonimato. En Tossa, por ejemplo, vivo a unos cinco minutos del pueblo en una zona con muchos extranjeros. Hay una playita en la que me puedo sentar tranquilamente a observar. En Londres también disfrutaba de esos momentos en el parque, tomándome un café y mirando a la gente. Todo es cuestión de saber dónde.

TL: ¿Qué es lo mejor y lo peor de ser tú?
AV: Esta es de esas preguntas en las que me pillas (risas). Yo creo que no tiene cosas malas ¿no? El tema del anonimato puede que sea un hándicap en algunos momentos muy concretos. ¿Y lo mejor? No sé, dímelo tú” (risas)

“Donde hubo fuego no siempre quedan cenizas. Cuando cierras la puerta, no hay nada que hacer”

TL: ¿Has aprendido a gestionar hablar de ti mismo? Básicamente en lo profesional, porque en lo privado siempre te ha incomodado…
AV: De los personajes hablo más fácilmente, porque se trata de intentar entenderlos y defenderlos. Con Miguel, mi personaje en la serie, me he ido a un lugar muy interior, muy honesto, el de un buen tío con gran corazón. Pero hablar de mí mismo, ya sabes que siempre me cuesta mucho más.

TL: Como ocurre con Miguel y Gracia en la serie, ¿donde hubo fuego siempre quedan cenizas?
AV: En ellos ¡por supuesto!, si no, no habría serie. En la vida, personalmente, no lo creo.

TL: ¿No eres de segundas oportunidades? O lo que se termina, se finiquita…
AV: En ese sentido, no. Cuesta. Yo lo he hecho y ha salido siempre mal. Lo que se termina, se finiquita, pero a veces te quedas un poco enganchado al acabar la relación, te quedas con un runrún… Pero cuando cierras la puerta de verdad, ya no hay nada que hacer.

TL: Tu amor por la moda te la llevado a ser director creativo de OOTO. ¿Es un plan B vital?
AV: Es un plan que surgió muy natural. Indirectamente, los modelos hacemos de directores creativos de las marcas cuando estamos delante de las cámaras. Y los actores también lo hacemos. Más, incluso. Yo había trabajado con la gente de Cortefiel y querían cubrir el mercado del hombre de los 25 a los 45 años. Pensaron en mí y ahí estamos. Creamos un bebé que está creciendo y con el que se están haciendo cosas muy chulas.

“Estar involucrado en tantas cosas, a veces, se me hace bola”

TL: El hombre OOTO (Out of the Office) querrá ser como tú y ese es un riesgo. Velencoso hay uno…
AV: (risas) La verdad es que la calidad/precio de la ropa es muy buena. Estoy muy contento con la iniciativa y me llena mucho el trabajo que hago con ellos. Hice un vídeo con mi padre para el Día del Padre y estoy metiendo muchas cosas personales que quiero contar. Y les agradezco que me den las herramientas para poder hacerlo. Es una gozada, la verdad.

TL: ¿A quién te gustaría ver vestido de OTTO?
AV: A Javier Bardem, por ejemplo. Le hemos mandado cositas a Bayona y a Jordi Roca. Unificando la gastronomía, los coches y el cine con la moda. No te voy a engañar y reconozco que estar involucrado en tantas cosas, a veces, se me hace bola. Porque no me da la vida para llegar a todo, pero procuro salir airoso.

TL: ¿Tres calificativos que definan el momento que estás viviendo?
AV: Estas preguntas tan tuyas que me hacen salir de mi zona de confort (risas) Estable, energía y amor.

TL: ¿Eres de cocinar la vida a fuego lento?
AV: Depende (risas), a veces le meto prisa al fuego.

“El miedo es capaz de paralizarte”

TL: ¿Lo mejor siempre está por llegar?
AV: Quiero pensar que sí, rotundamente.

TL: ¿A qué momento de tu pasado regresarías?
AV: Tengo muchos, pero volvería a la etapa de Nueva York.

TL: ¿Tu mayor conquista?
AV: Conquistar los miedos, superarlos, saber manejarlos. El miedo es capaz de paralizarte.

TL: ¿Recuerdas ese momento de absoluta felicidad?
AV: El nacimiento de mi sobrina.

TL: ¿Qué le preguntarías a tu yo dentro de veinte años?
AV: Me gustaría que me respondiera si fui capaz de lograr todo lo que quería hacer.

“Me gustaría entender mejor la política histórica”

TL: ¿Un personaje histórico con el que te sentarías a cenar?
AV: Michael Jordan.

TL: Diez segundos para un deseo. ¿Qué pides?
AV: Salud, que solo nos damos cuenta de lo importante que es cuando te falta.

TL: ¿Cuál es ese tema del que te avergüenza saber tan poco?
AV: ¡Un montón! Entender mejor la política, tal vez. Política histórica.

TL: ¿Esa película en la que te quedarías a vivir?
AV: ¡Ahí va! Me pillas ahí. Como hablamos antes de Bardem, una suya: Antes de que anochezca.

TL: Esa pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder…
AV: ¡Uy! Han sido tantas desde que nos conocemos… La dejamos para la próxima, que se nos ocurrirá (risas)