La casa de ‘La habitación de al lado’, de Almodóvar, no está en NYC sino en El Escorial
La película de Almodóvar que se llevó el León de Oro en el festival de Venecia se desarrolla en una moderna vivienda de El Escorial, ejemplo de integración con el paisaje.
Nada más y nada menos que de 17 minutos fue la ovación que recibió el trabajo de Pedro Almodóvar en el Festival Internacional de Cine de Venecia. El director español llega así a la cumbre de su carrera, o a una cumbre más, y la película que lo ha hecho posible se llama “La Habitación de al Lado”. Está basada en la novela “Cuál es tu tormento” de Sigrid Nunez y sus artistas principales son Tilda Swinton y Julianne Moore (ahí es nada).
Si te gusta la película lo podrás comprobar a partir del 18 de octubre, cuando se estrene en España. No obstante, para los amantes de la arquitectura, el trabajo de Almodóvar tiene un aliciente más. Visualizar una vivienda muy especial en la que transcurre parte de la trama y que, se supone, está en Nueva York, aunque nada más lejos de la realidad. En verdad, la Casa Szoke (así se llama en referencia a su propietaria) se ubica en San Lorenzo de El Escorial.
Esta casa utilizada por Pedro Almodóvar está en un agreste espacio natural
Los arquitectos responsables del diseño y la construcción son Aranguren + Gallegos Arquitectos. La obra se realizó entre los años 2018 y 2020. La principal característica de la vivienda es que trata de mimetizarse con el entorno. Está en un agreste espacio natural ubicado en una ladera bastante pronunciada en el bosque de La Herrería, en el monte Abantos, y para ello se divide en distintos volúmenes que descienden la geometría del solar.
Como curiosidad, para que la vivienda encajara en el lugar al que representa la película, Woodstock, se modificó la vegetación circundante creando la ilusión completa de su construcción en esa parte de Nueva York. Vamos, que algún despistado es posible que la busque por aquellos lares… ¡Suerte! Los promotores Anna María Szoke y Raúl Sánchez han realizado una inversión de 1,25 millones de euros para la construcción de esta maravilla.
La casa es perfecta en los días de verano
Los volúmenes que se distribuyen a lo largo de la ladera, en sentido descendente desde la entrada principal, tienen partes opacas y grandes carpinterías, siempre orientadas a su lado más favorable. De esta forma, los ventanales se orientan al suroeste, para aprovechar al máximo el calor el día más corto del año (solsticio de invierno), igual que lo hacen las celdas de los frailes del Monasterio más famoso del orbe (ya sabes cuál).
En la cúspide de la edificación, girando al noroeste, han creado los arquitectos un porche de grandes dimensiones, con vistas al Monasterio y dos frentes abiertos. Esto hace las delicias de los días de verano.
Ni que decir tiene que los ventanales de la residencia se convierten en lugares perfectos para generar el clima que el cineasta necesitaba en sus escenas, confluyendo con la narrativa de la película.
El tejado de esta casa tiene una forma peculiar
Es evidente que los técnicos aprovecharon la ubicación para tener como referencia en el paisaje a El Escorial, una maravilla arquitectónica que mandó construir Felipe II, una referencia artística a nivel mundial. La vivienda de Szoke posee una morfología disruptiva. Las cubiertas simulan pendientes de una montaña, para ello cada volumen se recubre con paneles de acero corten (sabes cuál es ¿no?) con caídas a distintos lados.
La textura del acero corten, vista desde el aire, se difumina con el paisaje, mientras, las caras exteriores del edificio poseen también el mismo acabado corten, terminando el trabajo empezado en las zonas más altas.
Como ya hemos dicho, la casa donde grabó Almodóvar fluye en la ladera y posee varias aberturas al exterior. Una de ellas nos lleva directamente a la piscina, el mejor lugar para disfrutar del mejor tiempo. Tendremos que esperar a ver la película para vislumbrarla mejor.
La madera y la amplitud caracterizan sus espacios interiores de esta casa donde grabó Almodóvar
En el interior, la planta menos uno posee dormitorio, taller de trabajo, despacho y cuarto de juegos. También hay un cuarto de invitados, distribuidor, cuarto de lavado, bodega-trastero y cuarto de instalaciones. Desde la entrada, la vivienda da lugar a los dormitorios, con cocina a la izquierda y comedor a la derecha. Como era de esperar, la madera resuelve una parte importante de los paramentos: paredes, escaleras y estanterías.
La genialidad se representa también en un detalle: los techos interiores se inclinan siguiendo las directrices de los exteriores. Los huecos entre estancias poseen también marcos con elementos no cuadrangulares y encuentros entre paramentos inclinados. Desde luego, para muchos, la elección de esta vivienda por parte de Almodóvar es un acierto. Pone una vez más en sintonía la arquitectura y el séptimo arte.