Si has visto la última temporada de The Crown, seguro que te has fijado en la espectacular mansión en la que Lady Di pasa sus vacaciones junto a Dodi Al-Fayed. Una casa construida a los pies de un acantilado, de color amarillo y con un estilo clásico que, según la ficción se ubica en Saint-Tropez. Sin embargo, esa mansión en realidad está en la isla de Mallorca y ahora todo el que lo desee puede alquilarla para pasar unas vacaciones reales al estilo de Lady Di.
La mansión Fayed de The Crow se ubica en la localidad de Andratx, concretamente en la pequeña península privada de Sa Mola. Tal y como se ve en la serie, está construida a los pies de un acantilado y tiene salida directa al mar a través de unas escaleras.
Aunque hoy muchos la reconocen por la serie The Crown, esta mansión siempre ha sido muy famosa en la zona, pues además de ser una de las más espectaculares, alojó en la vida real a Lady Di.
Y es que mucho antes de que Diana conociera al príncipe Carlos y se convirtiera en princesa, pasó varias vacaciones en esta mansión mallorquina. El motivo es que sus padres eran amigos de los antiguos dueños. Casualidades del destino, años después la Lady Di de la ficción se alojó allí para grabar los últimos capítulos de la serie The Crown.
A día de hoy la casa es propiedad de unos asiáticos que la compraron en 2014 por 38 millones de euros, siendo una de las propiedades más caras de la zona. Éstos apenas la visitan una vez al año, por lo que han decidido ponerla en alquiler por un precio que, en temporada alta, llega a los 59.500 euros a la semana.
La propiedad cuenta con un amplio jardín, embarcadero y más de mil metros cuadrados construidos y divididos en dos viviendas. Ambas cuentan con tres habitaciones, amplio salón, cocina e incluso gimnasio, sauna o sala de billar.
Aunque la habitación más especial es la que homenajea a Diana de Gales. La princesa cuenta con una suite a su nombre, la misma que utilizó cuando se alojó allí en su juventud, y que hoy recuerda una placa.
A los espectaculares interiores de las viviendas se suman las terrazas y, en especial, la piscina. Ésta bordea todo un lateral de propiedad y es de borde infinito, mirando al Mediterráneo. Destaca también un jacuzzi, ubicado en el camino que lleva hacia el mar, y ubicado en una planta más baja que las viviendas. Todo ello, en un acantilado rocoso, con una naturaleza salvaje y unas espectaculares vistas al mar Mediterráneo.
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