No es la primera vez que somos testigos de una transacción inmobiliaria entre famosos. Pero hay que reconocer que, desde el punto de vista poético, es posible que sea una de las mejores transacciones que podamos observar. El motivo: que asistimos al traspaso de una lujosa mansión de las manos del rudo Sylvester Stallone a las delicadas manos de una de las voces más importantes del mundo, Adele.
Por supuesto, los profesionales del ramo en Beverly Park están que no caben en sí de gozo, pues a varios de ellos les tocará, probablemente, remodelar la maravillosa residencia. Y es que nadie espera que Adele mantenga la estética actual de la mansión pero, antes de empezar a desgranar el edificio para ver cómo podría cambiar su nuevo hogar, demos unos datos.
La construcción fue construida en el año 1994, el diseño recayó en las manos del arquitecto Richard Landry, un experto en este tipo de inmuebles. A él le pusieron un solar de 14.000 metros cuadrados, y casi todo lo reservó a espacios verdes, creando un inmenso jardín. Junto a él, construyó un edificio de 1.430 metros cuadrados.
La mansión posee 8 habitaciones principales y 11 baños, incluyendo aseos, además de otras muchas estancias importantes. Pese a ello, Stallone no logró su objetivo de venderla por 110 millones de dólares, unos 96.8 de euros, y finalmente Adele la ha adquirido por 58 millones de dólares, 51 de euros.
Si la cantante está pensando en realizar una reforma total de la mansión, le aconsejaríamos que no rompiera radicalmente con la estética exterior del edificio. Su aspecto clásico, con planta irregular, generando distintas alturas de las cubiertas, o su frontón de entrada, con columnas dóricas y ventanas que imitan al estilo colonial tan en uso en los California el pasado siglo, son alguno de sus puntos fuertes.
Eso sí, el escalón principal de la entrada puede eliminarlo, hacer otra transición más cómoda, con alguna rampa elegante y adaptable. Igual, sus ilustres vecinos, entre los que se encuentran Denzel Washington, Justin Bieber, Magic Johnson o Sofia Vergara, no lo vieran con buenos ojos, aunque por otro lado no creo que se metieran demasiado.
En fin, sin tocar la fachada, todavía le quedan unos 1.430 metros cuadrados para remodelar y, aunque la mansión sea del famosísimo actor de Rocky, el hecho que todo en ella recuerde el éxito televisivo de Stallone, hace que sea un parque temático. Así que: “Adele, adelante con la reforma de la mansión”.
El camino que llega hasta la vivienda en medio de árboles de gran porte, con setos bien cuidados, césped y cipreses italianos puede mantenerlo, aunque no estaría de más que contratara a un paisajista para implementar algunas especies florales que pudieran alegrar el espacio exterior. Podría decantarse por variedades autóctonas, aunque si es aficionada, incluso podría introducir un pequeño invernadero al otro extremo de la finca.
La piscina de la mansión es magnífica, de hecho, es una de las más populares de la zona por tener borde infinito y unas vistas espectaculares. Pese a ello, le recomendamos que quite esas estatuas de Rocky, que la acerque un poco más al borde del solar, y ponga una pared de cristal. Puede darle una forma más artística, de violín, de micrófono o de laúd, y añadirle una o dos piscinas más, una para quien tenga vértigo por los cristales y otra infantil.
Dentro del inmueble es ya otro cantar. Por favor, Adele, cambia todo. Por ejemplo, elimina las referencias culturales al artista: estatuas, cuadros, fotos que recuerdan al Stallone más cinematográfico. En el hall de entrada cambia la lámpara de araña negra por una más colorida y pon alguna referencia, cuadro o figura a tu propio estatus de diva.
Sigue por el salón y cambia las lámparas negras por algo acorde a ti y a los nuevos muebles que pongas. Elimina la mesa de billar y pon un piano de cola. Fuera esas alfombras, y reforma la chimenea con mármol o toques minimalistas. También, cambia la carpintería a estilizadas líneas negras o con toques de color combinables a la tonalidad de la pintura interior que le des al espacio.
Modifica la estética del salón comedor, aunque respetando su cúpula abovedada, pero cambia sus motivos artísticos. La cocina está muy bien ubicada, pero los muebles no hablan de música, introduce tu sabia artística y reformula su textura, cambia su rectitud estereotipada de dos islas y ejecuta una sola isla con barra en voladizo. La mesa desayuno frente a grandes cristaleras es ideal, pero la estatua frontal estorba la vista, suprímela y cambia el pavimento de la mansión.
El salón principal tiene una lámpara espectacular, me gusta, pero el resto será cosa del pasado. Quita esa mesa grotesca y cambia los sofás. Coloca un pavimento de madera que se convierta en la principal joya de esa parte de la casa. Respeta la sala de cine, pero quita todos esos cuadros y mobiliario, pon los cuadros de tus éxitos y butacas de cine, de esas que te dan masajes y vibran con las escenas.
No te digo nada del bar, ya sabes a estas alturas lo que pienso. Suprímelo y genera un espacio gourmet a tu altura, con vistas por esas maravillosas vidrieras. La escalera necesita brillar con luz propia, sustituye su barandilla, genera más luz hacia ella con nuevas ventanas y, en la planta alta, cambia todos los dormitorios. Y, por favor, lúcete especialmente con los baños y los vestidores, necesitan tu toque.
La mansión ofrece posibilidades infinitas. La sauna parece un lugar muy especial para reconfortar tu cuerpo y tu mente. Las terrazas están muy bien ubicadas y tienen espacios generosos. Cuando firmes el contrato de compra llama a tu profesional de confianza y haz de la mansión del abigarrado Rocky Balboa, la residencia de la voz por excelencia del panorama musical actual. Y si está ocupado… ¡¡No dudes en llamarme!! 😉.
Fotos cortesía de Simon Berlyn
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