Doja Cat brilló en el infierno de Schiaparelli con 30.000 cristales de Swarovski en su cuerpo
La cantante Doja Cat dio la nota de color en el desfile de Schiaparelli al escoger un total look en rojo que la cubría de pies a cabeza.
Kylie Jenner y su león consiguieron acaparar ayer todos los flashes en el desfile de Schiaparelli. Sin embargo, justo a su lado había otra protagonista con un look aún más espectacular, transgresor y sorprendente.
Por supuesto, hablamos de Doja Cat, aunque puede que muchos entre tanta pintura y brillantes ni siquiera la reconocieran. La cantante acudió al desfile con un total look rojo, en el sentido más estricto de la palabra, pues parece que no le era suficiente con el traje y decidió hacer de su cuerpo un vestido de alta costura.
El sorprendente look de Doja Cat en el desfile de Schiaparelli
Su aparición en las escaleras del Petit Palais dejó con la boca abierta a todos los fotógrafos. Doja Cat decidía alargar el diseño de Daniel Roseberry por todo su cuerpo, creando su look más elaborado hasta la fecha.
Para ello pintó del mismo tono de rojo que el vestido todo el cuerpo: pecho, brazos y hasta incluso cabeza. Sin embargo, lo más espectacular es que imitando el diseño del vestido, añadió a la pintura más de 30.000 cristales de Swarovski, que le hacían brillar, y representaban a la perfección el infierno en el que el creativo se había inspirado para confeccionar la colección de Schiaparelli.
Tardó casi cinco horas en crear el look
“Ha sido un honor colaborar con la increíblemente talentosa Doja Cat y Daniel Roseberry en el look ‘Doja’s Inferno’ para la colección de Alta Costura FW23 de Schiaparelli. La paciencia y el compromiso de Doja durante las 4 horas y 58 minutos que tardó en crear el look con el #TeamPatMcGrath y conmigo, cubierto con más de 30.000 cristales de Swarovski aplicados a mano, fue realmente inspirador. El producto final fue una obra maestra mágica e hipnotizante y un tributo al duro trabajo y dedicación de Doja Cat”, contaba la Path McGrath en sus redes sociales.
El resultado, un total look en rojo en el que el vestido quedaba en un segundo plano. Se trataba de un diseño compuesto por un ajustado corsé y una falda de tubo, larga hasta la rodilla y decorada por miles de bolitas de diferentes tamaños, superpuestas las unas con las otras.
Un look que se completaba con una especie de chal del mismo color, y unas botas de piel roja, tacón y caña alta, que se caracterizaban por mostrar la forma de los dedos. Como joyas tan solo lució unos llamativos pendientes largos de piedras rojas.