Adriana Abenia es actriz, modelo, colaboradora, presentadora de televisión, escritora y ahora también una gran mamá. Es la alegría personificada y su sonrisa allí donde va, deja huella. Adriana es pura energía y también una gran amiga…
The Luxonomist: ¿Cómo te definirías en tres palabras?
Adriana Abenia: Apasionada, honesta y espontánea.
TL: Cuál es el mejor recuerdo de tu niñez.
Adriana Abenia: Mis veranos en Granada con mis primas andaluzas. Nunca he sabido cómo es posible condensar tantas trastadas en tan pocas semanas. Me recuerdo bebiendo en botijo, aspirando el olor de las damas de noche, corriendo despreocupada junto a paredes blancas encaladas y tratando de alcanzar los oasis de agua en las calzadas a 50 grados detrás de una pelota de color brillante. Jugar al sol con las rodillas peladas era lo mejor del mundo.
TL: ¿Quién es el amor de tu vida?
AA:El que conocí cuando tenía tan solo 14 años. Quién me iba a decir que un día se convertiría en mi marido y tendría una hija con él.
TL: ¿Cuál ha sido tu mayor logro?
AA:Ser yo misma, sin importarme demasiado lo que otros puedan opinar de mí o de mis actos.
«Vivo el día a día con una sonrisa»
TL: ¿Y tú mayor aspiración?
AA: Que Luna sea feliz y crezca sana.
TL: ¿Qué o a quién te llevarías a una isla desierta?
AA:Ya he saboreado lo que es sentirme aislada dadas las circunstancias que estamos viviendo. Me he dado cuenta de que no me gusta estar sola. Aunque también reconozco que me está costando mucho volver a relacionarme, aún no he sido capaz de quedar con mis amigos, ni con mi familia. Mi desescalada llevará un tiempo (risas).
TL: ¿Cuál es tu plan perfecto de domingo?
AA: Ahora añoro disfrutar de una deliciosa paella junto al mar en buena compañía. Y también una siesta de esas en las que el sol se cuela entre las rendijas de la habitación de una casita rural en las que no escuchas más que pájaros o el sonido del agua.
TL: ¿Qué es lo que más valoras en una persona?
AA:Valoro muchísimo la lealtad.
«Soñar es mi palabra favorita»
TL: Y lo que más te espanta.
AA: Detesto la hipocresía.
TL: Una manía o vicio confesable.
AA:El queso me pierde. El que huele bien y el que no tanto. De hecho, ahora mismo estoy tomando un camembert con miel de trufa… ¡Buenísimo!
TL: ¿Tu viaje soñado?
AA: Uno sin mascarillas, sin virus acechando, sin miedo. Me da igual el lugar.
TL: Lo que siempre llevas en el bolso (o en los bolsillos).
AA:Antes: cacao, leche de arroz y nueces (para añadir a mi té de media mañana o media tarde), las llaves de casa, el móvil y pañuelos de papel. Ahora: gel desinfectante, un montón de pañuelos para abrir puertas, un spray pequeño con alcohol de 70 para fumigar el ascensor, las llaves y el móvil. NO contemplo tomar nada por ahí de momento. Poco a poco.
«Mi desescalada llevará un tiempo»
TL: Tu mayor locura.
AA:He hecho muchas, pero irme a vivir a Milán con 15 años, sola, a un colegio de monjas, se lleva la palma.
TL: Tu palabra favorita
AA: Soñar.
TL: Si pudieras ser como los superhéroes y viajar al pasado o al futuro… ¿adónde viajarías? Por qué?
AA: Viajaría a un futuro con vacunas y sin distancias. O al primer beso con Sergio.
TL: Qué prenda de ropa no te pondrías nunca.
AA:Hace un tiempo dije que no me calzaría jamás unas hombreras y ya acumulo varias en mi historial de estilismos recientes, así que “nunca digas nunca” (risas). Espero, eso sí, que las botas de plataforma no vuelvan a nuestras vidas.
«Detesto la hipocresía»
TL: Si pudieras ser un personaje famoso, ¿a quién elegirías y por qué?
AA: No tengo ídolos, los maté a todos en la adolescencia. Me gusta ser quien soy.
TL: Tu serie favorita
AA:Heridas Abiertas, en HBO, me ha gustado mucho. Estoy enganchada a las plataformas digitales y estas semanas me han salvado del aburrimiento.
TL: Cuál es la motivación que mueve tu vida.
AA:No hay ningún hilo que mueva la marioneta, vivo el día a día con una sonrisa y de esta manera, en un baile de aciertos y errores, hago camino.
TL: Que es lo más bonito que has hecho por alguien.
AA: Te voy a decir qué es lo más bonito que han hecho por mí. No dormirse para que yo no lo hiciera o viajar desde Zaragoza para cenar conmigo y regresar de madrugada para trabajar a las 8 del día siguiente, en muchas ocasiones.
TL: Muchas veces no nos damos cuenta de lo rápido que pasa todo. Si te dijeran mañana que te queda un año de vida, ¿qué cambiarías?