BELÉN ÉCIJA: “Escuchar «acción» es adrenalina pura”

Amalia Enríquez. 23/10/2020
Foto: Miguel Zaragozá

Nació al arrullo de los flashes, como consecuencia de la fama de sus progenitores. A ellos quiere dejar a un lado para volar libre, sin presiones y con pausa. La belleza heredada de los genes maternos es innegable, pero Belén Écija solo aspira a labrarse un camino por méritos propios. De momento es una de las protagonistas de ‘La valla’, serie revelación que no está dejando a nadie indiferente.

The Luxonomist: ¿’La valla’ es una producción premonitoria?
Belén Écija: El equipo está igual de sorprendido que el público. ‘La valla’ se creó un año antes de que toda esta locura empezase y que supiésemos de la existencia del Covid-19. Fue una gran sorpresa para toda la producción porque la emisión iba a ser a comienzo del confinamiento. El gran miedo era cómo iba a acoger el público esta situación y se retrasó su emisión hasta ahora. Fue un poco locura pensar que la idea creativa había sido tan, tan, tan similar a una realidad así.

TL: ¿Qué esperas encontrar detrás de ella?
Belén Écija: La verdad es que esta historia es una manera muy gráfica de mostrar la actualidad. Bien es cierto que la serie es una ficción y tiene similitudes con lo que está sucediendo a día de hoy. Sería una posibilidad parecida a algo que podría pasar si distanciamos tanto las clases y no hacemos nada para apoyar a las clases trabajadoras.

«Siempre llevo chicles en los bolsillos»

TL: Cuando escuchas ¡acción! ¿Qué te recorre por dentro?
Belén Écija: Escuchar «acción» es adrenalina pura. Todo lo que has estado trabajando a lo largo de los días, se pone en práctica y el equipo te ayuda a ponerlo en pie. Es una gran responsabilidad de todos y un ejercicio de concentración para que este trabajo quede bonito. Es parte de un gran circo, que somos todos los que formamos parte de un rodaje, y que con esa palabra de ¡acción! tienes la posibilidad de poner en práctica todo ese trabajo previo.

TL: ¿Qué te da la interpretación que no encuentras en otra actividad de la vida?
Belén Écija: La interpretación te da una forma de vida. Hay trabajos que se acaban cuando llegas a casa. En los que a lo mejor, lo único que quieres es que termine cuanto antes la semana y tener un sueldo razonable. Esta profesión no se basa en lo que ganes o dejes de ganar, es un estilo de vida en el que tú te implicas personalmente. Y cuando terminas, te llena de una sensación de la que quieres seguir contagiándote. Es un trabajo en el que se disfruta nutriéndose de todo lo que percibes.

TL: ¿Se puede ser imparcial cuando los sentimientos entran en juego?
BE: Es difícil ser imparcial porque, al fin y al cabo, estás en un estado continuo de movimiento interno. Si no se te mueve nada dentro y no permites que se revolucionen las emociones, no vas a transmitir la verdad que tienes. Tampoco creo que haya que ir al extremo de llevarte esa carga a casa, pero sí hay que medirse mucho y cuidarse por dentro para saber diferenciar las emociones del trabajo con las de tu vida.

“Me pone de buen humor es el twix de chocolate blanco”

Belén en la última edición de los Premios Goya. Fotos: Gtres

TL: ¿La forma más elegante de decir adiós?
BE: Perdonar y perdonarte. Saber mirar hacia adelante sin rencor.

TL: ¿En qué situación has dicho “chapeau”, me quito el sombrero?
BE: Pues mira, en uno de los capítulos finales de ‘La valla’. Mi compañero Abel Folk tenía que verbalizar un gran texto, mirando directamente a cámara. Era algo muy complicado, con todo el equipo alrededor trabajando y moviéndose. Y lo clavó. Creo que repetimos 15 veces seguidas para encontrar los mejores planos y en todas estuvo perfecto. Admiro muchísimo esa profesionalidad. En esa escena yo tenía que estar mirándole y emocionarme y realmente lo estaba. Fue increíble y aprendí mucho de él.

TL: ¿Lo mejor que se te da hacer?
BE: Empatizar. Me interesa muchísimo conocer a diferentes personas, porque soy bastante camaleónica y me gusta moverme por distintos círculos. Al final, aprendes algo de cada persona nueva que conoces y eso te hace más tolerante. Me gusta y creo que se me da bien.

TL: ¿Qué te pone de buen humor?
BE: Empezar proyectos nuevos con amigos. Justo ahora estoy con dos cosas con un par de ellos, a los que conozco desde que empecé a estudiar interpretación. Les veo crecer y crezco con ellos. Y otra cosa que me pone de buen humor es el twix de chocolate blanco jajaja, los que me conocen lo saben.

TL: Esa canción con la que, cuando la escuchas, se te mueven los pies sin remisión.
BE: ‘Sandunguera’ de Nathy Peluso.

¿La obra de arte de mi casa? ¡Mi novio!

TL: ¿En qué eras brillante en el colegio?
BE: En plástica, teníamos una parte de dibujo en la ESO y se me daba bien. En tecnología teníamos dibujo técnico y creo que tengo buena visión espacial. Ese momento de escuadra, cartabón y compás que a todo el mundo desesperaba, a mí se me daba genial. Solamente lo tuve dos años. Y el dibujo era guay. ¡Qué rabia que no se potencie el arte en los colegios como debería!.

TL: Esa obra de arte que te gustaría tener expuesta en casa.
BE: Mi novio, jajajajaja

TL: ¿Un talento que se te resiste por mucho que lo intentes?
BE: El de la paciencia.

TL: ¿Eres de una mentira piadosa a tiempo?
BE: Pues no, la verdad. No suelo mentir, pero sí suelo transformar historias porque así me hago a la idea de algo más feliz o exagerado. Y realmente me lo creo. Pienso que ha pasado así.

TL: ¿Cuál es la compañía perfecta para irte de fiesta?
BE: Mis amigas.

TL: ¿Esa palabra que nunca regateas y más usas?
BE: Toc.

TL: ¿Qué ves cuando te miras al espejo?
BE: Ganas.

“Hay que saber perdonar y perdonarte. Saber mirar hacia adelante sin rencor”

Fotos: Miguel Zaragozá

TL: ¿Ese bien que más valoras?
BE: La familia.

TL: ¿Qué llevas siempre en los bolsillos?
BE: Chicles.

TL: ¿La enseñanza que nos deja vivir en pareja?

BE: Sobre todo el respeto y, dentro de él, los espacios de cada uno. Con esa fórmula se lleva un poco todo. Si tú respetas la forma de pensar, la forma de ser de la otra persona y la entiendes, es fácil convivir con una pareja a la que quieres. Y creo que es lo más importante.

TL: ¿Tu mayor decepción?
BE: La pérdida de una hermanita y que no exista a día de hoy, cura para el Alzheimer.

TL: ¿A quién sigues con interés en las redes sociales?
BE: A Frida Kahlo.

TL: ¿Hay alguna situación en la vida en la que, por algo, te pones pesada?
BE: Me pongo muy pesada cuando alguien me cuenta un problema y trato de darle soluciones, no ven la salida, vuelven al problema, yo vuelvo a intentar hacerles ver la parte positiva y la persona no la ve y me pongo más pesada de la cuenta. Porque me genera impotencia y no paro hasta conseguirlo.

“La interpretación es un estilo de vida en el que te implicas personalmente”

TL: Una película en la que te gustaría quedarte a vivir.
BE: En la trilogía de ‘Antes del amanecer, atardecer y anochecer’ de Richard Linklater.

TL: Esa experiencia gastronómica inolvidable.

BE: Un pato con almendras en salsa en el restaurante Le Salama en Marrakech, con música de fondo, mientras bailaban unas chicas alrededor de las mesas. En el techo había muchas plantas y flores… Seguramente no era el mejor plato de mi vida pero repetimos 3 días, supongo que me sabría mejor que nada por la compañía y la ocasión.

TL: La pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder?
BE: ¿Por qué empezaste estudiando otra carrera, antes que la de actriz, sabiendo que ser actriz era tu mayor deseo?

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