«Busco una moda que permanezca en el tiempo»
Guillermo del Mar, a sus 28 años, puede presumir de unir creatividad y negocio en su propia firma.
El diseño español abre sus puertas a nuevos talentos que llegan con colecciones diferentes y ambiciosas estrategias empresariales. Es el caso de Guillermo del Mar, que a sus 28 años, puede presumir de unir creatividad y negocio en su propia firma. Hoy en The Luxonomist hablamos con él sobre su historia y sus inquietudes.
The Luxonomist: ¿Cuándo empezó a interesarse por la moda?
Guillermo del Mar: Siempre he vivido el mundo de la moda y del diseño de una manera muy cercana y familiar. Mi madre es modista y he crecido con el negocio en casa. Desde que era niño supe que quería dedicarme al diseño de manera profesional y crear mi propia firma, así que decidí estudiar diseño de moda y posteriormente patronaje para completar lo que ya sabía del sector y poder dar a mi trabajo aspectos técnicos precisos e introducir esa parte contemporánea y moderna a mis diseños.
TL: ¿Dónde ha desfilado?
GM: La pasarela que me ha visto crecer ha sido la recién desaparecida Valencia Fashion Week, aunque desde el año pasado presento mis colecciones en Madrid mediante desfiles independientes.
TL: ¿Cuál es el adn de su firma?
GM: Es la costura, pertenezco a la segunda generación de modistos en mi familia y he crecido viendo la satisfacción de las clientas tras pasar por el taller de mi madre. Apuesto por una moda de calidad fácil de llevar y que permanezca en el tiempo, huyendo de tendencias pasajeras y evitando la etiqueta de joven diseñador, siempre asociada a un perfil más experimental.
TL: Oportunidades de negocio en España.
GM: Los posicionamientos de precios medios han sido los más penalizados por la crisis en este país, por lo que las oportunidades se encuentran en los extremos: la costura y el low cost. Nosotros cada vez recibimos más pedidos de novias y fiesta, y la clienta es más exigente. Viene al atelier para asegurarse que gasta el dinero en algo diferente, a medida, que sabe 100% que le va a quedar bien. La otra opción, el low cost, es otra oportunidad porque en España somos los reyes de la moda rápida, pero eso significa trabajar para otros, renunciar a tu firma y a tu visión de la moda.
TL: Cuando diseña ¿piensa más en la creatividad o en el negocio?
GM: Dejarse llevar por la creatividad es el pecado más común que cometemos los diseñadores, sobre todo cuando empiezas y no tienes un volumen empresarial grande detrás y por lo tanto cuentas con más libertad a la hora de crear. Lo ideal es tener una persona a tu lado que conozca el sector a nivel empresarial, de prensa y de mercado porque tú puedes ser muy buen diseñador, pero la industria de la moda es marketing, economía, cultura, comunicación y hay cosas que siempre se te van a escapar. Hay que saber delegar.
TL: ¿Tiene alguna musa que le gustaría vistiese sus prendas?
GM: No tengo una musa en concreto, tengo varias, y la mayoría son hombres. Mi Musa es Giambattista Valli, es Josep Font, es Balenciaga, es el trabajo de grandes maestros el que me hace disfrutar de la moda y me empuja para seguir diseñando.
TL: Proyectos actuales y de futuro.
GM: Actualmente tenemos dos líneas diferenciadas de trabajo. Trabajamos a medida novias, invitadas y fiesta, y es este tipo de prendas las que subimos a la pasarela porque a la prensa le encanta y son más fáciles de mover a nivel mediático, pero no siempre son las que más venden. Por otro lado, desde hace un año y medio estamos empezando a producir colecciones cápsula de menor tamaño que van directas a los puntos de venta multimarca para poder adelantarnos a lo que la gente quiere. También estamos introduciéndonos en el mundo de los complementos, con colaboraciones como la que hemos hecho esta primavera con la empresa Bylarin.