CARLOS RIVERA: “Es muy fácil perderte cuando todo el mundo te aplaude y adula”

Amalia Enríquez. 03/01/2020

Lo suyo es de nacimiento. Desde muy niño supo que quería jugar a ser artista y se presentaba a todos los concursos de canto que se pusieran en su camino. Mejicano de Tlaxcala, Carlos Rivera llegó a trabajar de locutor en una radio local. “La Bella y la Bestia” y “Mamma Mía” fueron sus musicales de gran éxito al otro lado del charco, pero su interpretación de Simba,en “El rey león” español le catapultó a una fama extrema en nuestro país y, de rebote, en el suyo. Anuncia gira española para el recién estrenado 2020 y sus legiones de fans ya están en alerta.

The Luxonomist: ¿Qué te da la música que no encuentras en ninguna otra actividad de la vida?
Carlos Rivera: Ya desde niño, cuando descubrí la música, era como una fiel compañera. Fui un niño bastante solitario que me refugiaba en eso. Siempre fui como el bicho raro de la familia. A pesar de que nadie en ella tocaba o tenía un vínculo con la música, algo me ocurría cada vez que yo la abordaba. Después, más adelante, me di cuenta de que era lo que quería hacer y no había nada que se me diera mejor. Desde niño no recuerdo haber pensado en hacer otra cosa que algo que estuviera relacionado con la música. Como dice la canción “Vivo por ella”, que cantaba Marta Sánchez, no sé si la encontré o me encontró a mí.

TL: ¿Tu música es el resultado de un estado de ánimo?
CR: Mi música es el resultado de muchos momentos que he vivido, de lo que en ese momento me está pasando y, entonces, lo traduzco en canciones. Es como una manera de expresarlo, soltar de mí, dar salida a eso que siento en ese instante. Tanto las cosas buenas como las cosas malas. Yo diría que de cada cosa importante que me ha pasado, tengo una canción que habla de ese momento.  Hace poco estaba en una reunión y escuché decir a un conocido escritor que a los escritores todo lo que les pasa, sea malo o bueno, al final les hace escribir. Y lo mismo nos pasa a los compositores, porque nos hace escribir canciones. Mis canciones son el resultado de estados de ánimo, de momentos vividos y así los saco de mí para estar mejor.

TL: ¿Cómo convive un tenor en el mundo de la melodía?
CR: Hay demasiadas voces y muy distintas en la música en general, no es requisito tener cierto tipo de voz para una cosa o para otra. Lo que más impera es un estilo, lo que tú generas con tu voz hacia lo que cantas. A la gente le gusta mucho más un estilo que una gran voz que no transmita. Si tienes una gran voz mejor, pero es más importante que buscar tu identidad o una manera de interpretar que te haga único y eso es lo que yo he buscado.  Yo entendí y, en lugar de tratar de lucir una gran voz, busqué mostrar una forma de emocionar. Antes buscaba escribir canciones que llevasen al límite mi voz y me di cuenta de que, a veces, no era necesario para poder transmitir una letra. Contar una historia más allá de cantarla es más bonito.

TL: ¿Qué te dio “Simba” y qué se llevó de ti?
CR: Me transformó la vida. Hay un antes y un después desde que hice de Simba en Madrid y también en México. Venía yo picando piedra siete años en mi país, cuando regresé después de haber hecho “El Rey León” en España. Cuando realmente noto que empieza a crecer todo en México es a mi regreso de España, tras hacer de Simba. Obviamente hablar de ese musical me llena el corazón. Fueron más de 1000 funciones entre España y México, todas ellas sold out y, por si fuera poco, el sumarme luego a la película en Latinoamerica para doblar la voz en español.  Soy el único actor que tiene 3 discos grabados de El Rey León, aparezco en 3 discos oficiales del cast original como protagonista. Es maravilloso, no importa cuántos años pasen, yo siempre estaré orgulloso de haber sido Simba.  Sólo me ha dado cosas maravillosas, no me ha quitado nada. No me parece mal que haya gente que me identifique siempre con ese personaje. Esos 3 años de Simba no los cambiaría por nada, porque esa formación y aprendizaje me ayudó en todo lo que hago en mis shows.

«Mi vicio sano es el pan»

» Para superar un mal día es imprescindible pararse a respirar»

TL: ¿Hay un recuerdo recurrente cuando miras atrás?
CR: Tengo muchos recuerdos de cuando era niño. Mi vida la marcaron dos momentos que la cambiaron. El primero es a los 17 cuando, hace 15 años, gané el talent show “La Academia”.  Yo venía de un pueblo pequeño, llegué a la gran ciudad y viví unos tiempos de lucha, pasé muchas penurias, no tenía trabajo, no tenía dinero. Esos recuerdos recurrentes de pequeño, cuando era niño, cuando empecé a cantar y los momentos antes de empezar a crecer con mi música.

TL: ¿Cuándo se consigue ser la mejor versión de ti mismo?
CR: Yo creo que no hay un día en el que lo consigues, simplemente hay días en los que te sientes más pleno. La búsqueda de ser la mejor versión de uno mismo es constante, nunca se detiene. En lo que yo creo, me gusta pensar que siempre hay algo que puedo aprender y se trabaja todos los días. Yo trabajo todos los días para mejorar lo que soy y lo que ofrezco al público y a la gente que me rodea. Es muy fácil perderte cuando todo el mundo te aplaude y es difícil encontrar la mejor versión de ti mismo cuando estás rodeado de tanta adulación, pero mantener los pies en tierra es vital para encontrar esa versión que debes trabajar cada día.

TL: ¿Existe una receta para la felicidad?
CR: Yo creo que la receta es hacer lo que te gusta, no hacer lo que te da la gana. Hacer lo que tú siempre has querido, que no lo hagas por quedar bien con nadie, sino porque a ti te hace feliz más allá de la fama, del dinero, del reconocimiento. Juntarse con personas y momentos que te hagan feliz. Es uno de los ingredientes importantes seguro, no sé si la receta.

TL: Una extravagancia que no puedas evitar.
CR: Soy muy discreto, no me gusta llamar la atención y prefiero pasar desapercibido. Cada vez me es más difícil pasar desapercibido por la popularidad. Me gusta llamar la atención cuando me subo al escenario, fuera de ahí, poco o nada.

TL: ¿Solo el amor te permite una gran locura?
CR: Yo creo que el amor a lo que tú quieras, te permite hacer lo que te apetezca. Cometer locuras por lo que amas o por quien amas, más allá de algo personal. Es decir, hay muchas formas de permitirse una gran locura siempre por aquello que amas.

TL: El rasgo de tu personalidad que no querrías que heredase nadie.
CR: A veces tengo mal humor y ese genio me viene de mi madre, a veces no te soportas ni tú. A veces me pasa y es algo que trabajo todos los días para evitarlo.

TL: ¿Hay una fórmula mágica para superar un mal día?
CR: Yo creo que poner un alto a ti mismo, parar, respirar y decir: «No pasa nada». Muchas veces cuando algo va mal, metemos el acelerador en lugar de parar un momento y coger aire.  Poner un freno, tomar un respiro y volver a empezar.

«Me encanta perderme en mi pueblo natal»

«Nunca he conseguido tocar instrumentos»

TL: ¿Algún vicio es sano?
CR: Mmmm yo creo que no, cualquier cosa en exceso siempre va a ser mala. Hasta el agua en exceso es mala. Hay que tener cuidado para que, lo que sea que nos encante, lo consumamos en su justa medida.

TL: Un placer prohibido que te permites.
CR: Comer pan a rabiar. Todo el pan del mundo. He intentado todas las dietas posibles. Me encanta el pan. En la casa de mi abuela hay una panadería y me encanta.

TL: Un don que la naturaleza te ha negado.
CR: Mmm  a ver, habrá quien diga que no. Me he preparado mucho para ello pero diría que el baile. Me gustaría bailar más de lo que bailo.  Me he preparado mucho y bailo, pero me hubiera gustado poder bailar un poquito más.  Tampoco sé tocar instrumentos, nunca lo he conseguido. El baile al menos se me dio un poquito, no tengo dos pies izquierdos pero sigo tratando de aprender a tocar.

«Me llena cuando alguien dice que mi música le inspira»

TL: ¿Algo que te desquicie?
CR: Voy a decir algo horrible, pero me desespera la gente inconsciente, alguien que hace cosas sin pensar.  Me desquicia la falta de sentido común.

TL: Esa pregunta incómoda que siempre te hacen.
CR: La pregunta que siempre me incomoda es que me pregunten sobre mi vida personal. Como decía antes siempre he sido muy discreto sobre esto y, cuando ya saben que no hablo de ello y me insisten, me incomoda mucho que sigan insistiendo en querer saber sobre ello. Yo no pongo nada sobre mi vida en mis redes sociales.  Eso siempre va a ser incómodo para mí y nunca sé cómo decir: «No te voy a contestar».

TL: ¿Una mentira piadosa a mano?
CR: Decir que estás bien y que no estás cansado jajajaja… aunque lo estés.

TL: ¿Un lema vital que lleves por bandera?
CR: Que nadie te diga que no puedes.

«No cambiaría por nada mis tres años de Simba»

«Solo me gusta llamar la atención sobre el escenario»

TL: ¿Cómo llenarías un año sabático?
CR: Pues mira, me lo estoy planteando bastante. Hay muchas cosas, una de ella sería hacer unos cursos de danza, porque me encanta bailar, quiero aprender a tocar la guitarra y mucho de ese tiempo lo tomaría para seguir formándome un poquito más. Viajar es una de las cosas que también me debo a mí mismo, conocer nuevos lugares más allá de todos los que he conocido por mi trabajo. Me gustaría palomear los lugares icónicos del mundo: Egipto, China, Petra, Tokio… Las maravillas del mundo por lo menos. Y tener un tiempo para estar con mi familia, amigos, esa es la mejor manera.

TL: Ese lugar en el que te encontraría si decidieras perderte.
CR: Probablemente en mi pueblo natal, donde más me gusta perderme (aunque al contrario, realmente me encuentro).  Cuando voy no salgo de ahí.

TL: ¿Tres palabras que te definan?
CR: Soñador, creo ser trabajador y un tanto perfeccionista.

TL: ¿Un amor platónico?
CR: Admiro mucho y en todo a Salma Hayek, una mujer maravillosa. Es como super inteligente, todo lo que logró, ser la primera mexicana que puso el nombre de México en el mundo del cine a gran escala y nunca ha dejado ser la mexicana que es.

«Admiro profundamente a Salma Hayek»

TL: ¿Recuerdas lo mejor que hayan dicho de ti?
CR: Mmm, hijolé, no hay nada más bonito que alguien te diga que eres una buena persona. Cualquier ser humano debería buscar eso.  Lo más bonito que a mí me ha dicho alguien es que le ayudo en algo, que mi música le ayuda o que le inspiro a algo bueno.

TL: ¿Y esa crítica que, por ser verdad, más te ha dolido?
CR: Precisamente las críticas que más me molestan son las falsas o las injustas, cuando alguien habla sin saber, sin realmente conocer lo que ocurre, por lo que estás pasando. Esas son las que a mí me han dolido justo por ser falsas. Cuando son ciertas, no te las tomas tan mal porque no tienes nada que decir al respecto, nada que debatir.

TL: Un propósito que nunca cumples.
CR: Dejar de comer pan, sin duda.

TL: Un miedo que no sepas superar.
CR: A las alturas de la vida, le tengo miedo a eso, ¡a las alturas!

*Imágenes: Sony Music.

Subir arriba

Este sitio utiliza cookies para prestar sus servicios y analizar su tráfico. Las cookies utilizadas para el funcionamiento esencial de este sitio ya se han establecido.

MÁS INFORMACIÓN.

ACEPTAR
Aviso de cookies
Versión móvil