A pesar de haber nacido en una de las familias con más historia de nuestro país y poseer el título de Duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo siempre ha ido por la vida por libre. Acaba de cumplir 50 años con más vitalidad que nunca y muy enamorada de su esposo, el presidente de la discográfica Universal Music con quien se casó en Las Vegas el año pasado. Discreta y risueña, la hija de la duquesa de Alba es, sin lugar a dudas (y con todo el cariño que entraña el término), la anti-duquesa.
La pequeña de los Martínez de Irujo tiene un gran sentido del humor y su risa es uno de sus sellos de identidad. Aunque es poco dada a hablar de su vida privada, acabamos de verla más sincera que nunca junto a Jesús Calleja en el programa televisivo ‘Planeta Calleja’ con el que vivió una aventura en las Islas Feroe, un pequeño archipiélago danés en pleno Atlántico Norte. Allí explicó el buen momento sentimental que atraviesa junto a Narcís, de quien dijo que “es un hombre maravilloso con el que es muy fácil llevarse bien. Con mis hermanos tiene muy buen rollo y también con mi hija”.
Sin duda un punto muy importante para una persona muy ligada a su familia, que también recordó ante las cámaras diversos episodios de su infancia, incluida la relación con el segundo marido de su madre, Jesús Aguirre. “Que mi madre se casara con él fue pésimo para nosotros. Era muy culto, pero cero humano. Era muy malo“, recordaba Eugenia. “Cuando tenía 11 años me dijo unas cosas que aún tengo guardadas. Me llamó a su despacho y me dijo que si seguíamos viviendo en casa era gracias a él. Que si le pasaba algo a mi madre, que según él estaba enferma del corazón (cosa que era mentira), yo sería la culpable. Lloré mucho entonces, pero aún así admito que soy muy afortunada y que tuve, a pesar de todo, una infancia feliz“.
Durísimas declaraciones que contrastan con la relación mantenida con el último esposo de doña Cayetana, Alfonso Díez: “Al principio nos resultó extraña la relación, hasta que le conocimos. Es un hombre educado y cariñoso que cuidó e hizo muy feliz a mi madre”.
Un recuerdo que sigue latente en ella por la estrecha relación que las unió siempre. “Tras su muerte lo pasé muy mal. Estaba muy unida a ella y tenía una personalidad y un humor irrepetibles. La tengo siempre muy presente. Me reconforta pensar que sigue aquí de alguna forma”. También se emocionó al hablar de su nanny, Margarita, quien falleció solo un año después que su madre. “Ella me crió en parte. Tuvo una hija que es como una hermana para mí, que tiene Síndrome de Down y a la que quiero mucho. Tras su muerte se fue a vivir con mi hermano Cayetano, que es su tutor legal”.
Eugenia ha vivido y vive intensamente, además de encontrarse en un momento profesional muy rico. Trabaja desde hace 20 años para la firma de joyas, Tous, para la que diseña sus propias colecciones. Entre ellas destaca la llamada ‘Tanuca‘, la más especial para ella por estar inspirada en su madre. Desde The Luxonomist y aprovechando su 50 cumpleaños le digo: Señora, aunque sé que no le gusta que la llamen duquesa, por historia y herencia, usted lo es. Desde este modesto rincón le deseamos muchas felicidades.
Foto de portada: Gtres.
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