El asesinato de Gianni Versace hace justo hoy 25 años vistió de luto al mundo de la moda y a gran parte de la alta sociedad mundial. La incredulidad por lo sucedido dio paso al pesar por una tragedia que tardó bastante tiempo en aclararse en su totalidad.
Versace, que en diciembre de 1997 habría cumplido 51 años, fue hallado muerto poco antes de las nueve de la mañana en la misma puerta de entrada de su lujosa vivienda de Miami Beach.
Fue su personal de servicio el que al escuchar dos detonaciones y los gritos de alerta de una testigo, abrieron la puerta y se encontraron al diseñador. Poco pudieron hacer los sanitarios por él. Gianni Versace falleció casi en el acto por dos disparos en la cabeza. Una ejecución realizada por Andrew Cunnanan.
La breve descripción realizada por los que le vieron salir de la zona con toda tranquilidad fue crucial para dar con el asesino. La policía le localizó ocho días después en una casa flotante en Collins Avenue, a unos diez minutos en coche de la casa del diseñador. Acorralado, Cunnanan se disparó varios tiros con la misma arma que usó para matar a Versace.
Tenía 27 años y fue después cuando la policía comenzó a cerrar casos paralelos. Porque Andrew Cunnanan, marcado por una infancia compleja y el rechazo familiar por su homosexualidad, había dejado un reguero de muertes a su paso durante los últimos años de su vida.
Que conociera a Gianni Versace fue una fatalidad del destino. Como reveló la investigación de la periodista Maureen Orth en Vanity Fair, ambos se habían conocido siete años antes en una discoteca de San Francisco. Aunque la familia del diseñador niega esta hipótesis, se cree que o bien Cunnanan se obsesionó con él o con alguno de sus acompañantes.
Celoso y al ver que su vida era un delirio, decidió acabar con la vida de Versace igual que hiciera con la de otros tres hombres desde la primavera de ese mismo año. El FBI le tenía registrado entre los diez hombres más buscados del país. Un asesino en serie despiadado y muy cruel.
El funeral de Gianni Versace fue todo un acontecimiento social. Idolatrado por famosos de toda índole y condición, ante su féretro lloraron amargamente desde Diana de Gales a Elton John o Sting.
También compañeros de profesión como Valentino, Giorgio Armani y Karl Lagerfeld le rindieron tributo. Y cómo no, un elenco histórico de top models encabezado por Naomi Campbell, Valeria Mazza, Eva Herzigova o Carla Bruni le presentaron sus respetos.
El diseñador había tenido un año antes un buen susto de salud y decidió hacer testamento. A su pareja desde 1982, Antonio D’Amico, le dejó una pensión vitalicia de 26.000 dólares al mes y el derecho a ocupar cualquiera de sus casas en Estados Unidos o Italia. Decidió cambiar este derecho por un montante total aproximado y poner su propia casa de modas.
Gianni Versace dejó el 30 % de su marca a su hermano Santo y el 20 % a su hermana Donatella. El 50 % restante a su sobrina Allegra, hija de Donatella, que a su muerte tenía 11 años. A su sobrino Daniel le donó su colección de arte, con obras entre otros de Dalí o Picasso.
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