Taylor Swift se coronó en los Premios Grammy 2024 como la reina de la industria musical. A sus 34 años la cantante ha superado a las leyendas como Frank Sinatra, Paul Simon y Stevie Wonder al hacerse con su cuarto gramófono a Álbum del Año. Un hito con el que Taylor hace historia, y que recogió emocionada con un espectacular look de Schiaparelli y anunciando su próximo trabajo.
A pesar de que era la gran favorita para llevarse el Grammy, Taylor Swift no pudo evitar emocionarse al escuchar su nombre. En shock y sin poder cerrar la boca, la cantante subía al escenario para recoger su Grammy. Tal era su estado, que incluso ignoraba a Celine Dion, que reaparecía después de retirarse por su rara enfermedad hace más de un año.
Con este y el de Mejor Álbum Pop, que también ganó, ya son 13 los Grammy que la cantante tiene en su poder. Cuatro de ellos en la categoría más importante, la de Álbum del Año. Lo consiguió por primera vez en 2010 con Fearless, repitió seis años después con 1989, en 2021 con Folklore, y ahora otra vez con Midnights. Lo hace, además, con solo 34 años y anunciando un nuevo trabajo.
«Quiero daros las gracias a los fans contándoos un secreto que he guardado durante los últimos dos años, y es que mi nuevo álbum sale el 19 de abril”, revelaba Taylor al recoger el premio a Mejor Álbum Pop. Además, anunciaba el título del mismo, The Tortured Poets Department, el departamento de los poetas torturados, y colgaba la portada en redes sociales.
Tan solo dos minutos después de anunciar el álbum, este ya circulaba por Instagram despertando la locura generalizada. Y es que en apenas siete horas, la publicación ya acumula más de 10 millones de «me gusta».
Una noche redonda para la cantante, a pesar de que solo se hizo con dos gramófonos. Aunque a ellos debe sumar también el título de mejor vestida de la noche.
Taylor Swift deslumbró en la alfombra roja con un diseño Alta Costura de Schiaparelli, inspirado en las divas del Hollywood clásico. Un vestido de color blanco, compuesto por un corsé con escote palabra de honor y fruncido en la cadera, que dejaba a la vista sus piernas, y que terminaba con una larga cola.
Lo combinó con unos guantes negros largos casi hasta el hombro, unas sandalias estilo peep toe, también en negras, y unas espectaculares joyas de Lorraine Schwartz. En concreto, hablamos de un choker de diamantes blancos y negros que tenía como protagonista un reloj vintage. Una especie de reloj de pulsera al cuello, del que partían hasta tres collares más de diamantes.
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