Marta Ortega comienza a dar muestras públicas de su preparación para dirigir Inditex. Una empresa que, mucho más allá de ser uno de los tres valores bursátiles más relevantes del Ibex 35, no deja de ser una firma de moda. Un sector en que la discreción pondera tanto como los contactos. Y en el que la creatividad y el éxito comercial se cultiva veces en eventos sociales. Como el que esta misma semana, coincidiendo con su reciente nombramiento como nueva Presidenta de Inditex, se ha celebrado en A Coruña.
A los inversores se les ha dicho que desde abril, a nivel ejecutivo, Marta Ortega tendrá relevancia relativa en Inditex. Para eso se ha rodeado de un nutrido equipo directivo que conoce la casa al dedillo. Pero las relaciones públicas del grupo o la imagen de marca del buque insignia, Zara, seguirá siendo cosa de ella. Como hasta ahora. Por eso no extraña que al más puro estilo Bernard Arnault, presidente del gigante del lujo LVMH, la joven Marta se haya dejado ver en la exposición póstuma dedicada al fotógrafo Peter Lindbergh.
Un acontecimiento de otro nivel que la propia Marta, amiga personal de Lindbergh, luchó para que recalara en Galicia. La exposición Untold Stories, que ya ha pasado con gran éxito por Alemania e Italia, ha sido calificada por el mismísimo Financial Times como una de las cinco citas culturales más relevantes del año. Allí, rodeada de fotografías que son pura historia de la moda moderna, Marta Ortega se dejó fotografiar radiante con algunas de las personas más reconocidas de la moda nacional e internacional. Complicidad absoluta con Carlos Torretta, con quien se casó en 2018 y cuyas fotos de boda se encargó de hacer el propio Lindbergh.
La inauguración de la muestra, abierta al público desde mañana sábado, fue más institucional. Por eso vimos allí al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, o la alcaldesa de la ciudad, Inés Rey, al rector de la Universidad de A Coruña, Julio Abalde, y por supuesto los directivos de Inditex: el aún presidente, Pablo Isla y el nuevo consejero delegado, Óscar García Maceiras.
Pero luego hubo un encuentro más lúdico en el que la hija de Amancio Ortega ejerció de anfitriona. Una cena en el Muelle de Batería coruñés repleta de estrellas del mundo de la moda. No faltó Naomi Campbell, una de las modelos fetiche del desaparecido Lindbergh. Y rostros muy conocidos de la pasarela como Jon Kortajarena, amigo personal de Marta Ortega, Esther Cañadas o la actriz Rossy de Palma.
En la cena, que corrió a cargo del chef Javier Olleros, del restaurante Culler de Pau de O Grove, estuvo también Diana Widmaier Ruiz Picasso, nieta de Pablo Picasso. Es una gran historiadora de arte francesa especializada en arte moderno. La arquitecta Elsa Urquijo, Benjamin Lindbergh, hijo del fotógrafo o Pierpaolo Piccioli, diseñador de Valentino, tampoco se perdieron una cita en la que acudieron otros grandes de la fotografía de moda española y algunas de las editoras de varios medios de comunicación.
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