Melania y sus inadecuados atuendos

Los problemas siguen en la Casa Blanca, y ahora afectan ya a la primera dama, Melania Trump, que se ha lanzado a realizar un viaje diplomático y humanitario a África. El reto era tremendo porque tenía como fin la sensibilización en problemas como la educación, el consumo y dependencia de las drogas, el hambre, la seguridad en Internet, las intimidaciones, la pobreza y las enfermedades. Todo un reto para la first lady cargado sin duda de buenas intenciones y con la finalidad implícita de echar sobre el mandatario americano una patina de buena voluntad y sensatez.

La iniciativa era buena, pero no ha estado exenta de críticas, no a causa de sus discursos, siempre discutibles cuando se trata de la presidencia americana, sino por algo más banal pero no por ello menos llamativo: su atuendo. Desde el inicio de la gira ya llamó su atención el vestuario de la siempre elegante Melania, aunque en esta ocasión sinceramente no tocaba. Llegó a un hospital de Accra, un centro para niños de una humildad extrema. Pues bien, Melania apareció con un vestido camisero de la firma Céline valorado en 1,750 euros y calzando unos Manolo Blahnik de 540 euros, un total de 2.290 euros sin contar otros accesorios, una cifra que debe superar el presupuesto mensual del hospital. Inútil señalar que la opinión pública ha calificado de indecente esta aparatosa manifestación de derroche en una acto de este tipo.

No es la primera vez que Melania comete este tipo de errores y/o equivocaciones con el atuendo en un acto. Una de ellas usando unos delicadísimos stilettos de peligrosos tacones para visitar a los afectados por el huracán Harvey. La otra cuando el pasado mes de junio visitando un campo de niños inmigrantes en Texas, la primera dama lució una cazadora, casualmente de Zara, con un provocador lema en la espalda… «Yo no tengo nada que hacer ¿y tu?»