Michelle Obama da el salto a la televisión

Hay pocas cosas que le queden por hacer a Michelle Obama. Y la conclusión es fácil: todas parece hacerlas hace bien. Con una popularidad por las nubes en Estados Unidos, mayor que la del Presidente Barack Obama, la primera dama ha aparecido estas semanas en diferentes programas, entrevistas y portadas de revistas. Todas a modo de despedida de su cargo, a pocos meses de abandonar la Casa Blanca. Pero hay una aparición estelar que ha arrasado.

Michelle fue invitada a copresentar junto a Ellen DeGeneres el famoso ‘Show de Ellen’ de las tardes televisivas y aceptó. Aceptó a todo, además. La primera dama, que lució por primera vez un vestido de la firma italiana Gucci inspirado en la obra de Scudéry ‘Mapa del Afecto’, bailó con la presentadora entre el público, una de las señas de identidad del programa; salió de compras con Ellen a un supermercado 24h, protagonizando una escena única al comprar vino en una caja (sí, en serio), ante la que no se puede más que llorar de risa.

Además, entrevistó a los invitados del programa, el actor Bradley Cooper y el deportista Stephen Curry, al que dio algunos consejos de cuando va a jugar al golf con su marido. “Métete con sus orejas”, le recomendó como táctica de despiste. El programa arrancó con una animada entrevista en la que Michelle confesó que ahora que queda poco para acabar el mandato presidencial, la familia Obama no puede evitar sentir ya nostalgia por su salida.

También habló de su legado y de cómo ella nunca se vio como “consorte política”, pero ha sido un honor ser la primera dama de Estados Unidos y conocer rincón a rincón el país y sus estados, comunidades y ciudadanos. Una de las cosas más difíciles de estar en la Casa Blanca ha sido educar a dos niñas pequeñas, convertidas ya en adolescentes y tratar de que vivieran su infancia y juventud con absoluta normalidad, pese a la responsabilidad de estar en el foco del país y del mundo.

También reveló Michelle Obama qué es lo que más echarán de menos de estos ocho años: “Realmente, la gente. Las niñas han crecido en la Casa Blanca. Me refiero al personal que está allí, los vemos todos los días, son las personas que nos han ayudado a criar a nuestras hijas. Nos han querido y nos han cuidado”, concluyó. Y cuando salgan de la casa donde se han criado será para siempre, porque “no podrán volver para decir: ¿Puedo ver mi cuarto?”.

Pero Michelle Obama asegura que recordarán siempre los momentos vividos y están intentando saborear cada segundo ahora antes del final. “Realmente han manejado esto muy bien. Estoy orgullosa, son jóvenes tranquilas, listas e inteligentes”.