La gran mentira que Georgina Rodríguez nos ha colado en su documental
Georgina Rodríguez nos habría contado a todos una mentira para promocionar su famoso documental de Netflix.
Si has visto la última temporada de Soy Georgina sabrás que la comida favorita de Georgina Rodríguez son los ibéricos. No hay episodio del documental de Netflix en el que la de Jaca no esté comiendo un montado de jamón, un poco de chorizo o unas rodajas de lomo. Sin embargo, esta curiosa dieta sería mentira y respondería a una estudiada estrategia de marketing.
La mentira del documental de Georgina Rodríguez
La revista Woman’s Health ha rescatado esta semana una entrevista en la que Georgina Rodríguez habla de su dieta diaria. “Por las mañanas me tomo una tortilla francesa con un zumo de naranja y un café con leche. A media mañana me tomo un plátano, después de entrenar. Para comer un puré, carne a la plancha, verdura… Para merendar, a veces tomo latas de berberechos con limón y para cenar, lo mismo que en la comida”, cuenta la influencer.
Una rutina de alimentación sana y con variedad de productos en la que no hay rastro de ibéricos. Y es si Georgina revelaba en la primera temporada de su documental que le gustaban mucho el jamón y el chorizo, en esta segunda temporada los ibéricos se han convertido en su obsesión. Tal es la situación que cuando le preguntan qué es lo mejor de España ella no tarda en responder: “Rosalía y los ibéricos”.
Una estrategia de marketing
Sin embargo, y tal y como revelan sus declaraciones a la revista, en su día a día no consumiría tanto jamón o chorizo como nos ha hecho creer, y su trabajada figura sería resultado de una alimentación muy cuidada y mucho entrenamiento en el gimnasio.
A pesar de ello, los ibéricos se han convertido en una excelente estrategia de marketing para promocionar su documental y mostrarse al mundo como una persona normal, como cualquier otra.
De hecho, los ibéricos son parte directa de esta promoción. Y es que hace unos días, varias influencers mostraban el kit que Netflix les había mandado con motivo del estreno del documental. Una caja que contaba con un bolso, diseñado por la propia Georgina, y un lomo embuchado.