Victoria Federica desvela un castigo oculto y su manía compulsiva
La hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar comparte en una entrevista en El Hormiguero algunos secretos de juventud.
La nieta del Rey emérito, Victoria Federica, ha dejado ver parte de su personalidad en una entrevista concedida a El Hormiguero en la que ha revelado algunas curiosidades. La joven, que celebraba ayer mismo además su 24 cumpleaños, se fue sintiendo cada vez más cómoda con el paso de los minutos. Se notó que el formato televisivo y las entrevistas no son lo suyo. Pero tiempo al tiempo, porque ha entrado con ganas en el universo audiovisual, después de consolidarse como influencer en las redes sociales.
Con más de 300 mil seguidores sólo en Instagram, la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar forma parte también del elenco de famosos que podremos ver en la próxima temporada de El Desafío.
Victoria Federica reconoció su timidez durante la entrevista
Algo que le ha permitido «superarse a sí misma en muchísimas cosas» y hacer «cosas que en la vida me pensaría que haría». Así, reconocía que la decisión de participar en el programa «fue un poco difícil». La timidez, admitida por Victoria Federica durante la entrevista, se fue diluyendo cuando contó algunos secretos de su vida como miembro de la familia real.
Por ejemplo, reveló que tuvo guardaespaldas hasta que cumplió los 18 años. «Desde el minuto que nací llevaba dos guardaespaldas detrás mío todo el día», aseguró. La joven explicaba que, aunque en ocasiones se sentía «un poco agobiada» por esta situación, especialmente cuando era adolescente, «los adora» y mantiene contacto con algunos de ellos. «A veces intentamos vernos cuando me los encuentro por ahí en otros servicios suyos. Me hace tanta ilusión que les… abrazo y ellos en plan, quita, quita, que estoy trabajando», relata.
Una faceta bromista que no puede contener
Algo avergonzaba, reconocía que durante su etapa en un colegio interno en Inglaterra le castigaban mucho. Tenía problemas con la directora de la residencia, a la que solía gastar bromas como «abrirle la puerta a su perro para que fuera libre».
Además, confesaba que le encantan las bromas y que una muy recurrente que suele hacer es meter petardos en los cigarros de sus amigos. Victoria Federica explicó que aprovecha las Navidades en la Plaza Mayor de Madrid para comprar este tipo de bromas en los puestos que allí se instalan.
No le costó reconocer tampoco que tiene «las piernas llenas de cicatrices» pues suele quitarse las costras de cualquier herida de forma compulsiva. O que es muy perezosa y no obedece a las alarmas que se pone. En ocasiones, llega a quedarse dormida después de que suenen: «Eso quiere decir que no obedezco, exactamente», señaló.