Sara Carbonero recuerda su vida en Oporto y su casa en el barrio de Foz

Hace algo más de un año que Sara Carbonero regresó a Madrid después de su paso por Oporto. Allí vivió junto a su familia durante cinco años que le sirvieron para enamorarse profundamente de la ciudad. Tanto es así que ahora, inmersa en la rutina de la capital, Sara ha recuperado en redes sociales una fotografía de su casa lusa, para expresar lo mucho que echa de menos la que considera es «la ciudad más bonita del mundo».

Sara Carbonero echa de menos Oporto

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La instantánea muestra a Sara de espaldas, asomada al balcón de su salón portugués y mirando hipnotizada al mar. «Extraño cómo se veía el mundo desde tu ventana», escribe en sus redes.

En 2015 la familia Casillas Carbonero hacía la maletas y dejaban Madrid para empezar una nueva vida en Portugal. La ciudad elegida era Oporto, donde la pareja se instaló en un piso del barrio de Foz, con unas vistas espectaculares al Océano Atlántico. Allí Sara e Iker vivieron momentos muy felices, como el nacimiento de su hijo Lucas. Alegrías y penas que para la periodista eran más amenas, pues en ese tiempo se enamoró por completo de la ciudad. Y no es para menos, pues en las fotografías que ha publicado se pueden ver las espectaculares vistas de las que gozaba desde su ventana.

Sara e Iker vivían en un amplio piso en el barrio de Foz

A su llegada a la ciudad, los Casillas Carbonero se instalaron en un amplio piso del barrio Foz do Douro, un antiguo pueblo de pescadores que ahora es una de las zonas más caras de la ciudad. Se trata de un lugar privilegiado, pues es el punto exacto en el que el río Duero se junta con el océano Atlántico.

En concreto, la casa de la pareja estaba a pie de la Playa do Carneiro con vistas privilegiadas al mar. Una zona muy visitada por los turistas, cercana a la concurrida Avenida do Brasil y al Forte de São João Baptista, una parada obligatoria para todo aquel que visite Oporto.

Son muchas las posibilidades de transporte que hay para llegar hasta Foz, aunque la más bonita es la de uno de los tranvías antiguos que recorren la ciudad. Hablamos del que hace un recorrido paralelo al Duero desde la Plaza de la Libertad y que llega a las playas de la desembocadura del río con el océano. Una auténtico viaje al pasado.