Aunque hay una ligera controversia en lo que se refiere a la fecha correcta, lo cierto es que el día 9 de junio se celebró el Día Internacional del Gin-tónic. También podría ser el 19 de octubre o el 9 de abril. Quizás habría que ponerse de acuerdo en que el día que más gin-tónic se consume es el sábado (independientemente del número y mes).
Bien es cierto que la moda del gin-tónic ha hecho que todo el mundo diga saber preparar este combinado que, por otra parte, es un gran clásico y un trending topic en los locales nocturnos y de moda (o diurnos y menos de moda). Sus preparaciones a veces rozan la irreverencia hacia el destilador, convirtiendo una copa balón en una ensalada mixta. Por eso, y como os comentaba al principio, errores son muchos, pero los pecados imperdonables según la destilería de William Chase son estos:
El orden de los ingredientes sí altera el producto: Si piensas que mezclar todos los ingredientes de cualquier manera, remover y añadir un cítrico, es el proceso que hay que seguir para elaborar tu gin-tónic, estás muy equivocado. Siempre se ha de añadir primero la ginebra, de lo contrario no se mezcla bien y no conseguimos el equilibrio en el sabor. Después es recomendable incluir la tónica con una cuchara trenzada, que permite que ésta conserve sus burbujas. Y por último, el cítrico.
¡Cuidado con las proporciones!: Es cierto que las proporciones dependen de las preferencias de cada uno, pero para hacerlo bien hay que hacer caso a los expertos. 5 cl de una ginebra de calidad por cada 20 cl de tónica es la proporción ideal para que este combinado sea el alma de la fiesta.
¿Vaso de tubo? Prohibido: Ya se ha conseguido evolucionar de los gin-tonics mal hechos servidos en vasos de tubo… y ¡menos mal! Además de que la bebida coge temperatura más rápido, el vaso de tubo no permite disfrutar de los aromas. Lo ideal es utilizar una copa de balón, que además tiene más capacidad, enfriándola antes de su uso.
Menos zumos, más sabor: Para darle un aroma cítrico a tu copa, no se ha de utilizar zumo de cítrico, sino sólo y únicamente la corteza o la piel de la fruta. Al utilizar los zumos, el gas de la tónica desaparece haciendo que se pierda el sabor y la esencia del conjunto.
En el caso del hielo, el casero no es el mejor: No se recomienda el uso de hielos caseros, deben ser cubitos de hielo industrial, ya que los hielos caseros tardan menos en derretirse y no enfrían la copa igual que los industriales. Además, un detalle muy importante: los hielos fabricados en casa se empapan de los diferentes aromas del congelador y degradan el sabor de la bebida.
Como vemos, hay veces que en la simplicidad, encontramos los mejores resultados. Tu próximo gin-tonic, sin pecado concebido.
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