Raúl Pérez, “El genio del lugar”

Enólogo, elaborador, consultor, pionero… Raúl Pérez es responsable tanto de grandes éxitos de ventas como de micro-cuvées inencontrables. Y si bien es imposible que gusten todas sus etiquetas todos los años, nadie puede negarle el talento ni el papel indispensable que ha tenido en la reactivación –o, directamente, en el despertar- de zonas como el Bierzo o la Galicia que elabora tinto.

Son muchos los que, venturosamente, siguen sus pasos. Y, sin salir de Galicia, el vino que hoy comentamos nos permite acercarnos a un panorama tan interesante como difícil de seguir: de muchos tintos gallegos, sean de la costa o del interior, la producción es escasa por la voluntad de respetar los pequeños pagos de los que proceden. A eso hay que añadir la riqueza en castas de uva con frecuencia olvidadas, cuando no desdeñadas, y que hoy, por fin, podemos de nuevo disfrutar. La Penitencia ilustra estos rasgos del viñedo gallego –y nos sirve para hablar de uno de nuestros viticultores más importantes de estos años. Último comentario: seguir siendo importante en Galicia es todo un logro cuando allí se encuentran –Muradella, Pasás…- algunos de nuestros elaboradores más finos. (Nota de I. Peyró y J. Rocamora).

Precata

• Uvas. Mencía (85%) y resto de Alicante Bouschet (Garnacha Tintorera) y Merenzao (Bastarda), procedentes de viñedos muy viejos (casi centenarios) de la Finca Pombeiras: pequeñas terrazas en unas laderas de fuerte pendiente, de entre 50% y 70% sobre el río Sil.
• Elaboración. Se elabora en las reputadas Adegas Guímaro. La fermentación tiene lugar con levaduras indígenas en tinas abiertas y la crianza es de 12 meses en barricas de roble francés de 500 litros.
• Alcohol. 13,5º.

Cata. En febrero de 2017.

• Color picota oscuro, menisco rubí, capa media alta, limpio, brillante y lágrima abundante y algo tintada. 
• Nariz con buena intensidad. Destacan los aromas de fruta roja y negra, caramelo de violeta, especias (pimienta), herbáceos y florales (flor algo marchita). 
• En boca tiene garra, pero es de trago fácil. Destaca la sensación de fruta madura licorosa. Acidez marcada. Taninos aún demasiado predominantes. Equilibrado, un ligero final curiosamente salado y con cierta mineralidad. Buena persistencia final.
• En conjunto: Un vino algo complicado, pero con encanto, y que hay que desentrañar poco a poco. Parece interesante dejarlo envejecer unos años: estos gallegos tienen acidez para durar…

PVP: 39,30 €, en Santa Cecilia, en febrero de 2017.

Calificación: 8,9/10