Daniel Arsham rinde homenaje a Moët & Chandon con su última obra maestra
El artista estadounidense ha realizado un gran relieve que rinde homenaje a la historia de la Maison.
Las colaboraciones dentro del mundo del lujo se han convertido en algo habitual. Y la última firma en sumarse a ellas es una de las más valiosas del mundo. Hablamos de Moët & Chandon, que se ha unido por primera vez al artista contemporáneo Daniel Arsham para rendir tributo a sus recién celebrados 280 años de historia de una forma muy especial.
En concreto, el estadounidense ha realizado una obra de vanguardia y 85 botellas en edición limitada que conmemoran el lanzamiento de su nuevo champagne, Collection Impériale CrétNo 1. Una obra que aúna el espíritu de un champagne «elaborado para la eternidad» según el jefe de bodega de Moët & Chandon, y que «captura maravillosamente la esencia de la historia y la artesanía de la Maison».
La obra de Daniel Arsham para Moët & Chandon
Con tres metros de largo y 1,3 metros de alto, la obra de Daniel Arsham se alojará como una instalación permanente en la Galerie Impériale, un lugar muy especial dentro de las centenarias bodegas de Moët & Chandon. Su relieve se convertirá así en parte del legado de la marca, mezclándose armoniosamente con las antiguas paredes que la rodean.
El objetivo de Moët & Chandon fue plasmar en una obra de arte la esencia de la idea de Haute Oenologie del jefe de bodega, Benoît Gouez, cuya máxima expresión es Collection Impériale Création No 1. Para conseguirlo confiaron en la visión única de Arsham, también conocido como ‘El arqueólogo del futuro’.
El nuevo relieve de la Maison
El resultado ha sido un relieve superficial que «teje una narrativa moderna al encapsular la esencia del legado de la Maison en una obra maestra de vanguardia». Lo hace a través de dos putti centrales que levantan una placa adornada con el número 1743, año en que la Masion fue fundada por Claude Moët. También aparece la figura mitológica griega «Pheme» que personifica la fama y la reputación de la casa. Por otro lado la fachada arquitectónica del Château de Saran evoca la saga familiar de la Maison; y los viñedos que se extienden hasta el horizonte representan la abundancia del patrimonio natural de la Casa. Por último, un barril de vino de madera rinde homenaje a la experiencia enológica y la conexión imperial que distingue a la Maison.
Recordando los suelos calcáreos de la región de Champagne que rodean las bodegas de Moët & Chandon, Arsham seleccionó resina fundida blanca como medio para su creación. «Sutiles huellas de erosión acarician esta obra maestra, infundiendo una sensación de paso del tiempo con los toques característicos de Arsham que dotan a la obra de arte con una calidad enigmática y atemporal», concluyen desde la Maison.