La croqueta con sabor oriental

La comida internacional está más de moda que nunca. Cada vez somos más los que nos lanzamos a la cocina a preparar suculentos y originales platos que vemos en Internet, en libros y recetarios con rotundo o dudoso éxito, dependiendo de nuestra pericia, paciencia y sobre todo, rigurosidad a la hora de seguir los pasos. Porque no nos engañemos, todos hemos cambiado la lima por el limón o el yogur por leche alguna vez, con el cambio de sabor o consistencia del resultado final de la receta.

No siempre es fácil tener a mano todos los ingredientes necesarios para seguir «al pie de la letra» las recetas más especiales, sobre todo las que proceden de otros países y requieren elementos a priori no tan conocidos en nuestra cocina. Es el ejemplo del sabroso falafel, una croqueta de harina de garbanzo frita muy popular en India, Pakistán y Oriente Medio que se ha dado a conocer gracias a los restaurantes especializados en comida vegetariana y oriental.

Tradicionalmente se sirve con salsa de yogur o de tahina (es una pasta hecha a partir de semillas de sésamo) con un punto especiado difícil de conseguir en casa si no se domina la receta. Por eso, una opción estupenda para comer falafel con todo el sabor es comprar las bandejas de seis bolitas con salsa de tahina de Mercadona, listas para tomar o para calentar unos 10 segundos en el microondas.

Para tomar con pan de pita, acompañando a una ensalada o como aperitivo con varias salsas, son ideales si quieres probar cosas nuevas y conquistar a tus invitados con sabores diferentes. No lo dudes porque esta es la manera más segura y fácil de lanzarte con éxito a la cocina internacional y conquistar tu paladar con sabores nuevos y atrevidos.