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Hace tiempo decíamos que si a la ginebra la consideramos la reina de los espirituosos, el whisky sería el rey. Y pese a que el consumo de esta bebida decrece, el Scotch -whisky escocés- sigue considerándose el tipo de whisky más valorado del mundo. Por eso no sorprende demasiado cuando nos cuentan que el Príncipe Alberto II de Mónaco, gran aficionado y apasionado de este tipo de bebida, ha decidido colaborar con la destilería Glenmorangie para crear un Scotch de gran calidad, solidario y único. El príncipe Alberto se involucra en la creación de un whisky respetuoso con el medio ambiente A orillas del Dornoch Firth, en plenas Tierras Altas de Escocia, el Príncipe Alberto se adentra en el complejo mundo del Scotch para participar en la elaboración de un whisky al que aportará su nombre. Junto al Dr. Bill Lumsdem –director de Destilación y Creación de la destilería Glenmorangie- ha seleccionado una exclusiva barrica de whisky con la que pretenden ayudar a la conservación del medio ambiente, causa en la que están muy comprometidos tanto la destilería y la Casa de Escocia como el Príncipe de Mónaco. El whisky fue envejecido durante doce años en barricas de roble El whisky seleccionado fue envejecido durante doce años en barricas de roble que antes contuvieron bourbon. Sin filtrar y con 56,5% vol.alc., este delicioso y exclusivo Scotch posee un precioso color oro pálido y es puro reflejo de la naturaleza que rodea todo su proceso de elaboración. En propias palabras del Príncipe Alberto: “Estalla en la boca como un ramo de flores y cítricos, subrayado por la vainilla cremosa y el chocolate blanco, con notas de brezo y miel”. Toda una explosión de sabores que hará que poca gente se resista a probarlo. Se han embotellado sólo 180 botellas Tan solo se han embotellado 180 botellas, de las cuales las dos primeras fueron subastadas en la gala anual del Monte Carlo Whisky Society con el fin de recaudar dinero para la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco y para la Marine Conservation Society (MSC). El resto de las botellas de dicho whisky servirán para ayudar en los futuros proyectos de la Fundación del Príncipe Alberto II, cuyo propósito principal es intentar resolver la situación medioambiental actual tan preocupante, fomentando y promoviendo un desarrollo sostenible. Llevan trabajando en ello desde el año 2006. Destilería Glenmorangie en las Tierras Altas escocesas A su vez, la MSC lucha por proteger la desembocadura del Dornoch Firth que forma parte de uno de los mares más importantes y grandes del Reino Unido. La destilería Glenmorangie, fundada en 1843 y perteneciente al famoso imperio del lujo de Louis Vuitton Moët Hennessy, lleva colaborando años con ellos, entre otros motivos porque sus instalaciones se encuentran a orillas del mismo río. Quien colabore comprando una de estas botellas sabrá que el whisky es auténtico gracias al sello de garantía singular que posee cada ejemplar. Una forma sibarita y deliciosa de ser solidarios.

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