La rapidez no siempre es sinónimo de calidad, ni de lo contrario, claro. Y ésta es precisamente la cualidad que más se destaca en la empresa McDonald´s, y no lo digo sólo por la inmediatez con que sirven sus menús, sino por la forma que tienen de construir sus edificios y/o reformas, cuya ejecución es casi tan vehemente como la preparación de sus hamburguesas. Ahora no hay edificio, pero das media vuelta, y ¡¡Zas!! ¡¡Un McDonald´s!!
Bromas aparte, la empresa está destinando parte de sus inversiones a lo que llamamos protección del medio ambiente. Para muestra de ello, os descubrimos la última construcción de McDonald´s. Se trata de un edificio de unos 745 metros cuadrados, con un espectacular volumen diseñado con forma de mariposa, es decir, con cubierta a dos aguas invertida, levantando los aleros en los extremos y bajándolos en el centro. Vamos, al contrario que las tradicionales cubiertas a dos aguas.
Esta proeza de la ingeniería y la arquitectura se encuentra en Orlando y, más concretamente, en el Walt Disney World Resort. Su inauguración se celebró en junio del año pasado y pretende ser el primer establecimiento de comida rápida con cero aportaciones energéticas del exterior. Vamos, lo que se denomina en el argot profesional, un edificio autosuficiente. Para hacerlo, el equipo de diseño, el estudio Ross Barney Architects, comandado por la arquitecta Carol Ross Barney, no quiso renunciar a nada.
Lo primero que hicieron fue eliminar el anterior McDonald´s que ocupaba el lugar. Se trataba de una incorrecta edificación que se distinguía por una enorme fachada blanca con una cubierta arqueada encima, diseñada por Venturi Scott Brown Associates, una altísima “M”, y un enorme Happy Meal, que salía de la fachada con un diseño muy estilo Disney, con la hamburguesa y el vaso de refresco con grandes ojos y bocas abiertas. ¡Cómo cambian los estilos!
La arquitecta decidió que, siguiendo las directrices del programa de sostenibilidad de la empresa “Scale for Good” , que busca reducir las emisiones contaminantes en la cadena alimenticia, iban a apostar el todo por el todo. Querían un edificio de cero emisiones. Primero empezó por analizar las partes del antiguo inmueble reutilizables, como los cimientos, cerramientos de cocina y algunas partes de los aseos públicos. Con esto diseñó el edificio que ves en las imágenes.
El segundo paso fue reducir la demanda energética del inmueble. Para ello, y como gran elemento estrella del diseño, colocaron persianas en casi todo el contorno del edificio. Unas persianas inteligentes de madera y vidrio, situadas de forma que permita la ventilación cruzada, lo que reduce considerablemente la demanda de calefacción. Según el estudio, se ahorran con el diseño el 65% de calefacción anual.
En la cubierta encontramos 445 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos integrados. Éstos se llaman BIPV, por sus siglas en inglés: Building Integrated PhotoVoltaics. Pero esto no es nada, acompañando en su función recolectora de energía, encontramos otros 1.700 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos que ayudan a generar 704.791 Kwh al año. Suficiente energía para que el complejo funcione como un reloj.
Cuenta también con una pared de 160 metros cuadrados de jardín vegetal y un espacio ajardinado exterior, con especies nativas, como la Ruellia brittoniana ‘Katie’, con flores color violeta, o la Tradescantia spathacea, que tiene largas hojas verdes y llamativas franjas amarillas. Esta pared natural proporciona una bajada de la temperatura, además de abundante aire puro y sin contaminantes. El sistema de riego pertenece a la empresa Sempergreen y es automático cien por cien.
En el exterior, un pavimento permeable ayuda a la absorción de agua cuando llueve en abundancia, con la finalidad de no anegar de agua el comedor al aire libre. Por supuesto, el agua se recoge y dirige a dos enormes estanques cercanos y se destina para regar y otras utilidades. Esto ayudará a que la empresa logre la certificación de energía cero a través del International Living Future Institute (ILFI).
Sin embargo, lo más importante de este proyecto no es que quiera ser el primer restaurante de comida rápida autosuficiente, lo más importante es su vocación de ser utilizado como centro de aprendizaje donde probar soluciones que ayuden al resto de restaurantes de la casa a proveerse de herramientas aún más sostenibles y eficientes. Para ello, la empresa intenta educar a sus clientes en las buenas prácticas sostenibles, contando con bicicletas generadoras de electricidad, mediante las que se pueden iluminar arcos dorados en el edificio y otras fruslerías, como juegos en las mesas donde aprender más sobre las energías renovables.
Otras empresas que participaron en la ejecución del inmueble fueron: el estudio de arquitectura local CPH, la empresa especializada en estructuras Goodfriend Magruder Structure, el contratista principal Southland Construction; la empresa Kawneer aportó los muros cortina; las persianas automáticas corrieron a cargo de la empresa Moffitt; las superficies de trabajo fueron realizadas con Corian; y el pavimento permeable con Unilock.
El futuro cada vez se mueve más rápido y la arquitectura y la ingeniería no se están quedando atrás. Todo ello, en compañía de las empresas más variopintas, con buenas motivaciones, tanto económicas como sociales, que harán que nos vayamos acercando al ideal energético. Más allá de confusas predicciones catastrofistas, el futuro no será de color rosa, pero, a buen seguro, será altamente eficiente.
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