Los edificios marcan un antes y un después en la vida de una ciudad. La desarrollan, la modifican, la completan, o la definen, pero, por mor de la verdad, hay que aclarar que pocos inmuebles cumplen con varias de estas expectativas al mismo tiempo. Así pues, es un lujo para Madrid contar con uno de ellos. Actualmente se encuentra en fase de ejecución, y será, a buen seguro, una referencia de desarrollo humanístico, modificación urbanística, complemento social, y definición de la silueta de la capital. Hablamos de la Torre Caleido.
El promotor del rascacielos es el Grupo Villar Mir, el mismo que aportó al skyline madrileño la Torre Espacio, la cual forma junto a la Torre Cepsa, la Torre de Cristal y la Torre PwC, el CTBA, Cuatro Torres Business Area, el centro de negocios más alto de España y, probablemente, de la Unión Europea.
El nuevo edificio se está ejecutando justo al lado de las cuatro torres, pero aunque su altura de 181 metros no alcanzará los 229 metros de la Torre Espacio, la más baja de las cuatro, no deja de ser una impresionante construcción que, además, se provee de la tecnología más avanzada de nuestra era.
El rascacielos tiene forma de T invertida. En la parte inferior posee un podio de unos 14.437 metros cuadrados destinados a uso comercial. Todo ello, dentro de una parcela de 33.225 metros cuadrados.
En su interior, la torre albergará un centro de medicina deportiva de última generación de Quirón Salud de 12.226 metros cuadrados de superficie. Un increíble espacio que se queda corto si lo comparamos con los 59.528 metros cuadrados de superficie del IE University. Allí unos 6.000 alumnos y 500 profesores forjarán su futuro en el primer campus vertical de Europa.
La ubicación del edificio le permite destacar sobre sus compañeros, y presumir de un parque de enormes dimensiones a su alrededor. En total 33.647 metros cuadrados de aire verde y limpio. Un verdadero pulmón para esta zona que, además, completa el uso del suelo, que se había quedado durante años sin poder definirse.
Esta construcción añade 1.250 plazas de aparcamiento, y propone ser una nueva zona de ocio y esparcimiento para los madrileños y sus visitantes.
Pero, ¿quién está detrás del diseño de esta hermosa torre? Pues, aunque no lo creáis, ya hemos visto en The Luxonomist otra de las obras que sus diseñadores han añadido a la arquitectura. El estudio se llama Fenwick Iribarren architects, y quedamos prendados de su trabajo cuando descubrimos su estadio desmontable de Qatar… ¿Os acordáis? Un estadio para el mundial de 2022 construido con containers. Esto sí que es llevar la sostenibilidad un paso más allá.
Desde el estudio, el arquitecto director Mark Fenwick nos indica que la «Espacio Caleido se inspira en una arquitectura que toma como referencia edificios emblemáticos en altura, como el edificio Seagram de Nueva York o el edificio Hancock de Chicago. El objetivo de la Torre Caleido no es competir en altura con el resto de las cuatro torres, sino en elegancia y esbeltez».
De acuerdo con esto, la planta rectangular posee un lado corto de tan sólo 16 metros, permitiendo una vista frontal de gran robustez, y una lateral de exquisita delgadez. Un moderno monolito educativo-sanitario.
De hecho, los creadores recalcan esta condición de monolito, esgrimiendo que sus proporciones y diseño le confieren al edificio un aspecto escultórico, de monumento visitable, un instrumento de ensalzamiento al conocimiento, a la salud y a la integración social en Madrid.
El caso es que Caleido, palabra derivada del griego que significa «de bella apariencia» o «de buen aspecto«, puede perfectamente hacer referencia a las elegantes proporciones del edificio. Y es que cada metro de ancho corresponde a cuatro de profundidad y a nueve de altura.
La hermosa estructura se levanta mediante dos torres laterales de hormigón armado, que permiten las entreplantas, tantas como para elevar el edificio a las 38 plantas de altura.
Para la ejecución, la empresa Grúas Liebherr aportó dos grúas EC-B, capaces de alcanzar la altura necesaria para elevar los materiales que requiere la construcción. Sin estas grúas sería inhumana la tarea de construir edificios de gran porte. Si nos fijamos bien, siempre que hay dos grúas cerca. Sus “plumas” se disponen a distintas cotas, para evitar choques fortuitos, ya que la seguridad es una de las cuestiones básicas en toda construcción.
El uso académico y el hospitalario suponen un cálculo estructural más robusto, dado que es previsible una mayor afluencia de personas, y un mayor movimiento de éstas dentro del inmueble. De la misma forma, estos usos definen también otro factor clave en todo edificio: la eficiencia energética.
La torre dispone de dos capas de vidrio distanciadas entre sí 25 centímetros, permitiendo una circulación de aire natural, que se conecta a la extracción de aire del edificio. Además, el control solar aplicado a los cristales ayuda a regular el calor, gratificando el invierno con calor y evitando el exceso de éste en verano.
La torre salva dos cotas bien diferenciadas: la que proviene de la Castellana y la de la Avenida Monforte de Lemos, esto provee de dos plazas a izquierda y derecha del edificio. Por un lado la norte, que simula los mercados del norte de Europa, con una variopinta selección de edificios comerciales de distinta fractura. Una riqueza estética que deviene en variedad de productos gastronómicos, de restauración y ocio. Y, por el otro lado, la plaza sur, libre y multiforme, preparada para la celebración de espectáculos y eventos sociales. Una plaza «a la italiana« para el disfrute de grandes y pequeños.
En toda construcción existen dos factores que terminan uniéndose. Primero el físico, como es la conformación de un volumen, gracias a los 80.000 metros cúbicos de hormigón, los más de 3.000 metros de acero corrugado, y los más de nueve millones de kilogramos de peso del acero utilizados.
Y, segundo, el emocional, que te lleva a disfrutar del colorido espacio encerrado por la construcción, como el cine ubicado en su espacio comercial. Éste dispondrá de 1.258 metros cuadrados de superficie en seis salas, de los que podrán disfrutar hasta 440 espectadores. Por cierto, el operador será Ocine.
Por supuesto, si fuera madrileño, o residiera allí, mi corazón estaría dividido entre la ilusión de poder disfrutar de tremendo espacio urbano, o las expectativas que podría generar una sexta torre.
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